"De Solomonis Proverbiis de Alvar Gomez de Ciudad Real"" estudio introductorio, traduccion anotada e indices"

  1. MORALES LARA, ENRIQUE
Dirigée par:
  1. Luis Charlo Brea Directeur/trice
  2. José María Maestre Maestre Co-directeur

Université de défendre: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 20 mars 2000

Jury:
  1. Juan Gil Fernández President
  2. Antonio Serrano Cueto Secrétaire
  3. Julián González Fernández Rapporteur
  4. Francisco José Talavera Esteso Rapporteur
  5. Joaquín Ritoré Ponce Rapporteur
Département:
  1. Filología Clásica (Griega y Latina)

Type: Thèses

Teseo: 75039 DIALNET

Résumé

A la biografía que trazó Jesús Romero en sy tesis doctoral yo solo he podido añadirle pequeños detalles, así que preferí detenerme un poco más en la figura de Álvar Gómez de Ciudad Real "El Viejo", abuelo de nuestro protagonista, y en su activa condición de cristiano nuevo, que marcó a su descendencia e influyó en la obra de su nieto. En la bibiografía de este sí pude aportar una novedad: ya se sabía que Erasmo de Rotterdam había recibido en 1516 una carta y un poema de un tal Álvar Nadie, y yo procuré aclarar que este pseudónimo corresponde a Alvar Gómez de Ciudad Real. Como la obra editada es lo que se suele llamar una paráfrasis de la Biblia, en mi estudio literario me planteé repasar sus antecedentes, desde Juvenco o Paulino de Nola hasta principios del siglo XVI. Mi conclusión es que no se debe usar la palabra"paráfrasis" para referirnos aun género literario,sino a una técnica o conjunto de técnicas retóricas. Por otro lado, a medida que repasaba la historia de la poesía bíblica me daba cuenta de que las condiciones que la provocaron en los primeros siglos de nuestra era se fueron reproduciendo en el renacimiento, proceso que se remató no en el Quattrocento italiano, sino en la España de principios del XVI. La cuestión puede resumirse así: en nuestro país las tres comunidades sociales revisaben constantemente la Biblia durante la dominación islámica, y tras la reconquista y el descubrimiento de América había además que propagarla, mientras que en el resto de Europa no había ni tradición ni necesidad de fijarla ni de divulgarla hacia ya siglos. Así que, cuando las formas llegaron a España, se encontraron con el caldo de cultivo preparado para su aplicación a las Escrituras.Álvar Gómez, con todo, no lo tuvo fácil: el eramismo estaba perseguido por la Inquisición y los Gomez de Ciudad Real implicados en un proceso por iluminismo. En tan apurado momento le encarga esta obra el Cardenal Qui