Análisis psicopatológico de la irritabilidad en trastornos psiquiátricos. Valoración de su posible correlación con el grado de afectación del insight y la teoría de la mente

  1. Pérez Revuelta, José Ildefonso
Dirigida por:
  1. Julia Cano Valero Directora
  2. José María Villagrán Moreno Director
  3. Alfredo Michán Doña Tutor

Universidad de defensa: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 24 de mayo de 2019

Tribunal:
  1. Álvaro I Barrera Parraguez Presidente/a
  2. Francisco González Saiz Secretario
  3. María Dolores Franco Fernández Vocal
Departamento:
  1. Neurociencias

Tipo: Tesis

Teseo: 588273 DIALNET

Resumen

La irritabilidad es un fenómeno universal fácilmente reconocible entre distintas culturas. Comparado con otros estados mentales, como la tristeza o la euforia, presenta incluso un impacto mayor, condicionando la cantidad y calidad de los vínculos relacionales del individuo. El estado de ánimo irritable y su emoción de referencia, la ira, han sido descritas a lo largo de la historia, desde culturas antiguas hasta la psicopatología del siglo XX, desde la filosofía y la teología hasta la genética y la neuroimagen. Sin embargo, el nivel de conocimiento actual sobre el concepto de irritabilidad es pobre en relación con otros, como depresión o ansiedad (Craig, 2004). Es un problema clínico común en paciente con trastornos neuropsiquiátricos, siendo descritos en diferentes trastornos neurológicos (Wagle et al., 2000, Aarsland et al., 1999), traumatismos (Hughes et al., 1990; Kim et al., 1999; Demark and Gemeinhardt, 2002), trastornos psicóticos (Safer, 2009), afectivos (Benazzi, 2010, Kovess-Masfety, 2013, M. Fava, I. Hwang, I., J. Rush, N. Sampson, 2010) y de personalidad (Perugi, Angst, Azorin, & Bowden, 2013), entre otros. Aunque no existe un modelo explicativo o etiológico contrastado para el fenómeno de la irritabilidad en población psiquiátrica adulta, nuevas investigaciones apuntan a tres mecanismos alterados, claves en la génesis del ánimo irritable: la frustración sin recompensa, el procesamiento de la amenaza (Barata, Holtzman, Cunningham, O’Connor, & Stewart, 2014), y el reconocimiento facial de emociones. Estas funciones vinculan las bases neuropsicológicas de la irritabilidad con las capacidades de metarepresentación. En una aproximación neuropsiquiátrica, los procesos metacognitivos se representan por la teoría de la mente para las relaciones externas y el insight para las internas. Además, la evidencia actual que correlaciona la irritabilidad con elementos psicopatológicos es escasa y limitada, e identifica la presencia de la irritabilidad solo como un síntoma en los distintos trastornos. Este estudio pretende establecer un modelo multidimensional de irritabilidad severa como un estado mental en relación con estos dos aspectos fundamentales de las patologías psiquiátricas, el insight y la teoría de la mente. Así, se distingue entre diferentes grupos diagnósticos, pacientes psicóticos, trastornos afectivos (T.A. Bipolar, T. depresivo mayor) y el grupo de control con síntomas disfóricos premenstruales, y se definen perfiles de irritabilidad en función de características sociodemográficas, psicológicas y clínicas. Hipótesis y planteamiento:La falta de insight y la alteración de la teoría de la mente modularían la severidad del estado de ánimo irritable en población psiquiátrica. Se trata de delimitar un perfil de irritabilidad con elementos constantes y variables para los trastornos psiquiátricos. La irritabilidad grave se relacionaría con niveles más bajos de conciencia de enfermedad o insight, debido a la frustración desarrollada al contraponer la experiencia de cambio del paciente. Así mismo, la alteración de la teoría de la mente podría explicar el ánimo irritable severo por la dificultad en el reconocimiento de emociones y estados mentales del otro y la incapacidad para entender las motivaciones de las acciones sociales. Tal situación clínica podría conducir a una mayor frustración e incrementaría la percepción de amenaza, especialmente en situaciones ambiguas. Metodología: Estudio observacional, transversal y descriptivo, con una segunda observación longitudinal tras tres meses, con asignación no aleatorizada por clúster diagnóstico. Sobre los pacientes atendidos en el sistema de salud andaluz o en el ámbito privado en la provincia de Cádiz, con diagnóstico incluido entre psicosis, manía, depresión mayor; en comparación con una muestra de síntomas disfóricos premenstruales y sujetos sin patología en salud mental. Se elabora una definición operativa de irritabilidad, abierta a cualquier diagnóstico y basada en un instrumento estandarizado: una puntuación mayor de 4 en los ítems de hostilidad de la escala SA45. Resultados y conclusiones: Se evidencian puntuaciones distintas en la irritabilidad en función de si la observación es realizada por el facultativo, el acompañante de referencia o el paciente, con el cuestionario de Craig para irritabilidad. No había diferencias significativas en la irritabilidad en función del grupo psicopatológico. Se elaboró una regresión lineal con un modelo por pasos para evaluar la severidad del ánimo irritable. Los modelos que incluyen solo las variables de control y la afectación de la teoría de la mente y el insight presentan una correlación significativa con el nivel de irritabilidad. El coeficiente de regresión ajustado (R2 adj.) cuando la irritabilidad es evaluada por el facultativo era 0,676 (valor de p= 0,000); 0,530 cuando lo describe el acompañante (p=0,000) y solo 0,262 (p=0,000) cuando el paciente es el informador. Puede concluirse que la irritabilidad no es específica de una categoría diagnóstica y solo asocia dimensiones clínicas en relación con sus mecanismos de producción. La falta de insight y la afectación de la teoría de la mente conducen a un riesgo mayor de irritabilidad severa observada. Por tanto, es necesario incorporar esquemas de evaluación y tratamiento del estado de ánimo irritable en la práctica diaria y considerar la irritabilidad como una dimensión relevante en el marco RDoC.