Los hijos de los "otros". Reproducción identitaria de las y los descendientes de ecuatorianas/os en las ciudades de Sevilla y Génova

  1. CASTELLANI, SIMONE
Zuzendaria:
  1. Emma Martín Díaz Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 2014(e)ko maiatza-(a)k 22

Epaimahaia:
  1. Isidoro Moreno Navarro Presidentea
  2. Crsitobalina Gavira Álvarez Idazkaria
  3. Silvia Carrasco Pons Kidea
  4. Luca Queirolo Palmas Kidea
  5. Manuel Francisco Martínez García Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 366214 DIALNET

Laburpena

Los menores hijos e hijas de inmigrantes tienen una presencia cada vez más visible en las sociedades española e italiana. Estos países, al igual que otros del sur de Europa, han empezado a ser metas de considerables flujos migratorios internacionales desde los años 80 y sus hijos han comenzado a alcanzar visibilidad en estas sociedades únicamente desde hace unos años. El interés por esta investigación nace de la voluntad de entender cómo se está llevando a cabo el proceso de inserción sociocultural de las hijas y los hijos de los inmigrantes que viven en países de la Europa meridional en contextos socioeconómicos radicalmente diferentes de aquellos en que se desarrollaron los flujos migratorios internacionales hasta mediados de los años 70. En este estudio nos interrogamos acerca de cómo se articulan las dinámicas de reproducción y construcción identitaria sobre las que se basa el proceso de inserción sociocultural de los hijos e hijas de ecuatorianos en dos contextos urbanos del sur de Europa: Sevilla y Génova. Para llevarlo a cabo, nos hemos centrado en analizar las relaciones que se desarrollan en los ámbitos de socialización principal de estos adolescentes observándolos desde una perspectiva glocal y comparativa. El objetivo principal de este trabajo era investigar, por un lado, cómo se materializa la doble exclusión de los descendientes de ecuatorianos (por su condición de hijos de inmigrantes y por su minoría de edad) y profundizar en cómo estas condiciones de exclusión son reproducidas por las grandes agencias socializadoras: el grupo doméstico translocal y la institución escolar. Por otro, se trataba de analizar las prácticas a través de las cuales estos sujetos lidian con la exclusión estructural volviéndose agentes activos que ¿negocian¿ su posición en los diversos campos de poder en que participan. Las variables que vertebran este análisis fueron, respectivamente, tanto la etnicidad como la edad y, trasversalmente, el género. Elegimos como sujetos de estudio los hijos e hijas de padres nacionales ecuatorianos de entre 13 y 18 años de edad, que han migrado junto con los padres/tutores, que fueron reagrupados por ellos o que nacieron en el respectivo país de destino y residen en las ciudades de Sevilla y Génova. Las técnicas de investigación con las que llevamos a cabo la observación son dos de las técnicas cualitativas distintivas de la Ciencia antropológica: la observación participante y la entrevista en profundidad. El trabajo de campo fue realizado entre enero de 2009 y la primavera de 2012 en los barrios de la Macarena en Sevilla y de Sampierdarena en Génova y, durante este trienio, también se ha llevado a cabo una estancia de investigación en Quito. Llevamos a cabo la observación participante en los espacios de socialización extradomésticos de los sujetos y realizamos, además, 105 entrevistas en profundidad con los hijas e hijos de ecuatorianos, algún/a padre/madre de ellos, operadores escolares, educadores y monitores de tiempo libre y mediadores socioculturales. Los resultados de nuestros análisis ponen de relieve que uno de los factores centrales para la inserción sociocultural de estos sujetos es la dimensión de participación en un grupo doméstico translocal configurado por las dinámicas de reproducción familiar que ponen en marcha las mujeres ecuatorianas que organizan y estructuran el proyecto migratorio del grupo. Aunque estos sujetos, en cuanto menores, son invisibles a la sombra de los adultos dentro del grupo y resultan minimizados y excluidos de las decisiones más importantes que les afectan, mantienen un papel de protagonistas en el proyecto migratorio, no solamente por estar en el centro de las dinámicas de cuidado, sino también por mantener un papel activo en la reproducción del grupo mismo tanto a nivel material como ideal. Aunque el grupo doméstico es la principal agencia de socialización para estos menores, la otra agencia que marca su inserción sociocultural es la institución educativa. En el entorno escolar, los sujetos se relacionan diariamente con coetáneos miembros de la mayoría y de otras minorías y, sobre todo, se socializan con la cultura nacional. Tanto en Andalucía como en Italia, cuando comenzaron a tener visibilidad los hijos de inmigrantes en las aulas escolares, se empezó a hablar de políticas educativas para poner en valor la diferencia cultural de estos sujetos, lo que se tradujo en una serie de medidas denominadas ¿interculturales¿ que se fueron implementando en los centros. En la realidad cotidiana de los centros, tanto en Sevilla como en Génova, los alumnos hijos de ecuatorianos siguen siendo representados como sujetos que acarrean algún déficit (curricular, lingüístico, etcétera¿) con respecto al resto de los coetáneos ¿normales¿ (nacionales) y se considera que las causas de estos déficits se hallan en la cultura de este alumnado. Como pudimos observar, estas ¿medidas interculturales¿, en lugar de dar valor a la diferencia de este alumnado, terminan contribuyendo a la reproducción del estigma de matriz culturalista que marca a estos menores como portadores biológicos de una supuesta ¿cultura de origen¿. Los descendientes de ecuatorianos terminan por asumir como ¿natural¿ su condición de hija o hijo de inmigrante, que los condena a posiciones de inferioridad tanto en la escuela como en el futuro mercado laboral. El estigma obliga a estos sujetos a posicionarse respecto a las diferencias cristalizadas, que los etiquetan ante todo como ¿inmigrantes¿, aunque lo hagan para rechazarlo. El hecho de aceptar etiquetas como ¿inmigrante¿ o ¿extranjero¿ no significa, sin embargo, que compartan el discurso dominante sustentador de estas categorizaciones. Por el contrario, estos menores ponen en tela de juicio las construcciones sociales que dan formas a dichas categorías y las redefinen, consiguiendo de esta forma a ¿subjetivarse¿. Es una redefinición que los hijos e hijas de inmigrantes negocian, sobre todo, juntos a sus coetáneos, experimentando estrategias colectivas de relaciones interétnicas que pueden ir en la dirección de la reproducción del estigma o, por el contrario, de su superación, a través de la construcción de discursos y prácticas contra hegemónicos. Nuestra investigación pone de manifiesto que estos sujetos son definidos más como ¿inmigrantes¿, categoría étnica y de clase que los estigmatiza y los condena a la marginalidad social, que como menores. Sin embargo, a través de las identificaciones y diferenciaciones que estos jóvenes construyen con los coetáneos, consiguen subjetivarse, es decir reinterpretan y contrastan el estigma. Estas identificaciones juveniles se materializan en los ¿espacios culturales intermedios¿ (in-between), en los que los adolescentes quedan fuera del control de las agencias educativas que se ocupan de ¿formarlos¿. La identificación juvenil más difundida entre los sujetos de nuestra investigación es la ¿latina¿. Esta identificación ¿supraétnica¿ resulta más poderosa por ser reconocida globalmente; más manejable por la flexibilidad que le confiere el Mercado y más inclusiva que otra identificación potente como puede ser, por ejemplo, la del Estado-Nación. La latinidad es una identificación que acarrea consigo significados que van sumando elementos globales y locales, que trascienden la dimensión del consumo e incorporan también otras dimensiones sociales que están ligadas al contexto y a la experiencia cotidiana de los jóvenes que se reconocen en ella como, por ejemplo, la organización y significado del grupo doméstico, las relaciones de género, la condición de estigmatización así como de marginalización y las perspectivas de inclusión en la ciudadanía. Ser latino es apostar por visibilizarse públicamente como una minoría a través de códigos reconocidos y legitimados. Ser latino es querer trasformar un estigma en emblema y es una forma, al fin y al cabo, de subjetivización social. A diferencia de otras identificaciones juveniles, que marcan únicamente una quiebra con el mundo adulto, la identificación latina resulta exitosa entre los descendientes de ecuatorianos porque parece aunar tanto la necesidad de estos adolescentes de subjetivarse como menores de edad, así como la necesidad de representarse como miembros de un grupo doméstico translocal y de una diáspora ecuatoriana, que es lo que les garantiza un respaldo tanto simbólico como material fundamental.