Empatía, burnout y actitudes hacia los pacientes con trastorno mentalun estudio en el ámbito de la enfermería

  1. Román Sánchez, Daniel
Dirigida por:
  1. Olga Paloma Castro Directora
  2. Juan Carlos Paramio Cuevas Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 29 de junio de 2022

Tribunal:
  1. Martina Fernández Gutiérrez Presidenta
  2. Francisco Javier Castro Molina Secretario/a
  3. Daniel Cuesta Lozano Vocal
Departamento:
  1. Enfermería y Fisioterapia

Tipo: Tesis

Teseo: 725775 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Introducción: La empatía es un constructo multidimensional que se encarga de percibir las experiencias, inquietudes y perspectivas de otra persona sin perder la referencia del propio yo. Se puede modificar a través de su entrenamiento y de las experiencias vividas, tanto de forma laboral como personal. El instrumento más ampliamente usado para su medición es la escala de Jefferson diseñada originalmente para estudiantes de medicina y posteriormente modificada para profesionales de la salud y pacientes. Actualmente existe una versión adaptada a nuestro país. En el campo del cuidado de la salud, la Empatía, es la característica interpersonal más valorada por profesionales y pacientes. La Enfermería es la profesión sanitaria que más empatía dedica en su contacto con los pacientes. Por tanto, el constructo empático se puede incluir en el currículum de Enfermería como una habilidad de comunicación clave. Más concretamente en la Enfermería de Salud Mental, que basa la mayoría de sus actuaciones en la terapia de comunicación, la empatía permite reducir las actitudes negativas hacia el paciente con trastorno mental, es decir el estigma. Por ello, los enfermeros Especialistas en Salud Mental son los profesionales sanitarios que, junto a los psiquiatras, mejores actitudes demuestran hacia el usuario con trastorno mental. Siendo dicha actitud uno de los factores que se asocian a la empatía. Además, existe otro factor, denominado burnout que se ha asociado negativamente, ya que se evidencia que dificulta el comportamiento empático. No obstante, se ha demostrado que los niveles altos de empatía ejercen de factor protector contra el burnout. Objetivos: El objetivo principal del estudio es analizar el desarrollo de la empatía y los factores asociados (burnout y actitud hacia los pacientes mentales), además de características socio-demográficas, profesionales y académicas a lo largo de la trayectoria profesional de los enfermeros de salud mental. Como objetivos específicos se pretende determinar el grado de empatía y los factores asociados en los tres grupos de estudio que corresponden con las diferentes etapas de formación del profesional sanitario en Salud Mental: estudiantes de Enfermería, Residentes de la especialidad de enfermería en Salud mental y profesionales de los Servicios de Salud Mental. Además, se estudiarán las relaciones existentes entre las distintas variables dentro de cada grupo de estudio y se comparará cada variable en los diferentes grupos de estudio. Adicionalmente, en el grupo de estudiantes de Enfermería se determinará si existen diferencias en las variables estudiadas antes y después de su paso por las prácticas de salud mental. Sujetos: Se estudiarán tres grupos de población correspondientes a los alumnos del Grado en Enfermería de la Universidad de Cádiz (Grupo 1), los Enfermeros residentes de la especialidad de salud mental a nivel nacional (Grupo 2) y los Enfermeros que trabajan en dispositivos de salud mental de las áreas sanitarías de los sistemas de salud españoles (Grupo 3). Variables e instrumentos: Las variables a estudiar en los diferentes grupos serán la empatía, el burnout, la actitud hacia los pacientes mentales además de características socio-demográficas, profesionales y académicas. Se usará para la medición de la Empatía la Jefferson Scale of Empathy (JSE). La escala Maslach Burnout Inventory (MBI) medirá el Burnout y la Actitud hacia el Paciente Mental será cuantificada por el instrumento Community Attitudes towards Mental Illness (CAMI), todos ellos instrumentos validados en la población española. Metodología: El estudio se llevó a cabo en tres fases diferenciadas: Fase 1: Para esta fase, se diseñó un estudio pseudoexperimental con dos grupos de estudiantes del Grado de Enfermería de la Universidad de Cádiz. Para la obtención de la muestra se realizó un muestreo intencional no probabilístico y exhaustivo entre los sujetos elegibles. Uno grupo estuvo conformado por sujetos que realizarán las prácticas en dispositivos de Salud Mental y el otro grupo por aquellos que realizaron las prácticas en otros dispositivos. Se partió de una población de estudio de 180 estudiantes matriculados en el Título de Grado en Enfermería en la Universidad de Cádiz, bien en centros propios o adscritos a esta. Se intentó incluir en la muestra todos los sujetos pertenecientes a la población diana y así evitar sesgos. Finalmente, participó en el estudio el 67,2% de la población diana. A los sujetos de estudio se les realizaron dos mediciones de las variables de estudio, antes del inicio del periodo de prácticas y posterior al periodo de prácticas, tanto para los que pasaron por los dispositivos de salud mental como para los que pasaron por otros dispositivos diferentes. Fase 2: Se realizó un estudio observacional, prospectivo, descriptivo, de corte transversal con el Grupo 2. Se realizó un muestreo intencional no probabilístico en bola de nieve no discriminatorio y exponencial para la obtención de la muestra, con el objetivo de obtener sujetos con las características diferenciales buscadas (criterios de inclusión) y de diversas procedencias geográficas españolas. Se utilizó este tipo de muestreo poblacional exhaustivo en el intento de incluir en la muestra todos los sujetos pertenecientes a la población diana y así evitar sesgos. Se partío de una población de estudio de 337 enfermeros internos residentes de la especialidad de salud mental (EIR). La muestra obtenida representó el 63,5% de la población diana. Una vez reclutados, los participantes completaron los instrumentos de evaluación de las variables de estudio. Fase 3: Se realizó un estudio observacional, prospectivo, descriptivo, de corte transversal con el Grupo 3. Para la obtención de la muestra se realizó un muestreo intencional no probabilístico en bola de nieve no discriminatorio y exponencial con el objetivo de obtener sujetos con las características diferenciales buscadas (criterios inclusión) y de diversas procedencias geográficas españolas. Se parte de una población de estudio de 4000 enfermeras que trabajan en los dispositivos de salud mental de las áreas sanitarias de los sistemas de salud de España, según la estimación realizada por la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental. En base a estos datos, se seleccionó una muestra aleatoria de 726 individuos como mínimo. Una vez reclutados los participantes completaron los instrumentos de evaluación de las variables de estudio. Análisis: Previo al análisis se evaluó la normalidad de las variables a través de las pruebas de Kolmogorov-Smirnov. La fiabilidad de las escalas JSE, MBI y CAMI se evaluó utilizando el alfa de Cronbach. Las variables cuantitativas se expresaron como medianas y rangos intercuartilicos (IQR) ya que mostraron desviaciones significativas de la distribución normal al aplicar la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Las variables cuanlitativas se expresaron en frecuencias y porcentajes. Las diferencias basales en las variables de caracterización de la muestra entre los grupos pre y post prácticas de la fase 1 del estudio se compararon usando la prueba no paramétrica de Wilcoxon. Las diferencias entre las variables empatía, burnout y actitudes hacia los pacientes con trastorno mental se compararon intergrupalmente mediante la prueba U de Mann-Whitney. La correlación entre las puntuaciones de JSE, MBI y CAMI y de estos con las variables sociodemográficas se evaluaron calculando el coeficiente de correlación por rangos de Spearman (Rho). Para las fases 2 y 3 se utilizaron los mismos estadísticos utilizados la fase 1. Adicionalmente, las comparaciones entre tres o más grupos se realizaron mediante la prueba de Kruskal-Wallis. Las puntuaciones totales obtenidas en las variables de empatía, burnout y actitudes hacia los pacientes mentales por los estudiantes del grado de Enfermería, enfermeros internos residentes de la especialidad de salud mental (EIR) y enfermeras en dispositivos de salud mental fueron comparadas mediante la prueba de Kruskal-Wallis. Todos los valores de p se basaron en una distribución de dos colas y un nivel de significación de 0,05. El análisis estadístico se realizó con la asistencia del programa SPSS versión 27.0 para Windows (IBM). Resultados: En la fase 1 correspondiente al estudio de los alumnos del Grado Universitario en Enfermería de la Universidad de Cádiz se observó que las prácticas asistenciales realizadas en dispositivos de salud mental por parte de los estudiantes del Grado en Enfermería no mostraron diferencias significativas (P>0,05) con las variables de empatía y sus dimensiones, en comparación con el resto de dispositivos asistenciales. Ni con las de burnout y sus dimensiones de “cansancio emocional” y “despersonalización” (P>0,05), en comparación con el resto de dispositivos asistenciales. Y tampoco mostraron diferencias significativas (P>0,05) con la dimensión de “benevolencia” y “salud mental en la comunidad” de las actitudes hacia los pacientes con trastorno mental en comparación con el resto de dispositivos asistenciales. Sin embargo, las prácticas asistenciales realizadas en dispositivos de salud mental por parte de los estudiantes del Grado en Enfermería sí mostraron diferencias significativas (P<0,05) positivas en la dimensión del burnout “realización personal” en comparación con el resto de dispositivos asistenciales y también mostraron diferencias significativas (P<0,05) a su favor en las dimensiones de “autoritarismo” y “restricción social” de las actitudes hacia los pacientes con trastorno mental en comparación con el resto de dispositivos asistenciales. En la fase 2 correspondiente al estudio con residentes de enfermería de la especialidad de salud mental en España se observó que la empatía y sus dimensiones aumentaron positivamente a lo largo de la residencia como especialista en salud mental excepto en la dimensión “cuidado compasivo” en el sexo masculino que se mantuvo estable. Por otro lado, el burnout y su dimensión “realización personal” aumentaron en el sexo masculino y la dimensión “despersonalización” aumentó en el sexo femenino a lo largo de la residencia como especialista en salud mental, mientras que la dimensión “cansancio emocional” permaneció estable a lo largo de la residencia como especialista en salud mental. Para finalizar, las actitudes hacia el paciente con trastorno mental mejoraron a lo largo de la residencia como especialista en salud mental. Disminuyendo la “restricción social” y el “autoritarismo” y aumentando la “benevolencia” y la “salud mental en la comunidad”. En la fase 3 correspondiente al estudio con enfermeros especialistas de salud mental en España se observó que la empatía y sus dimensiones aumentaron positivamente a lo largo de la experiencia profesional como especialista en unidades de salud mental. El burnout y sus dimensiones aumentaron a lo largo de la experiencia profesional como especialista en unidades de salud mental excepto la “realización personal” que disminuyó y para concluir las actitudes hacia el paciente con trastorno mental mejoraron a lo largo de la experiencia profesional como especialista en unidades de salud mental. Disminuyendo la “restricción social” y el “autoritarismo” y aumentando la “benevolencia” y la “salud mental en la comunidad”. Conclusiones: El desarrollo de la empatía a lo largo de la trayectoria académico-profesional (estudiantes, residentes, y especialistas) ayuda a mejorar las actitudes positivas hacia los pacientes que padecen un trastorno mental y hace que el burnout aumente. Por otro lado, la empatía no ejerce de factor protector contra el burnout en las muestras estudiadas.