Incidencia de retinopatía diabética en grupos seleccionados de pacientes del área hospitalaria, "Virgen del Rocío"

  1. Arriaga Sanz, Javier
Dirigida por:
  1. Ignacio Montero de Espinosa Escoriza Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 05 de diciembre de 2005

Tribunal:
  1. Antonio Piñero Bustamante Presidente/a
  2. Ricardo Astorga Jimenez Secretario/a
  3. Margarita Lapeira Andraca Vocal
  4. Pedro Alemany Marquez Vocal
  5. A. Pérez Hick Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 89197 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Analizamos las circunstancias metabólicas y oftalmológicas de los pacientes que son remitidos a nuestro servicio para estudio y tratamiento de la retinopatía diabética y estudiamos la importancia de diferentes parámetros (sexo, edad del paciente, edad de diagnóstico, tipo de diabetes, tratamiento utilizado para su control, tiempo de evolución de la enfermedad, control metabólico, presencia de factores de riesgo asociados y afectación renal). Comparamos el cuadro oftalmoscópico con el cuadro angiofluoresceingráfico, para dilucidar hasta que punto la exploración de fondo de ojo (que es la más utilizada) puede considerarse un dato fiable. Por último, estudiamos las diferencias existentes en las características de los pacientes de los tres grupos de procedencia (Oftalmólogo de área, Endocrinólogo de área y Endocrinólogo del hospital). OBJETIVOS 1. Estudiar las características metabólicas y oftalmológicas de los pacientes que nos son remitidos para el estudio y tratamiento de su posible retinopatía, y analizar las diferencias que presentan en función de su procedencia. 2. Comprobar la incidencia de retinopatía en los diferentes grupos en relación con los factores de riesgo internacionalmente reconocidos, y comparar esta incidencia con otros trabajos similares. 3. Establecer un perfil de cada uno de los grupos analizados, que permita analizar las características y las posibles deficiencias de cada uno de ellos. 4. Identificar que tipo de pacientes presentan más probabilidades de desarrollar formas severas de la enfermedad, y concederles, en consecuencia, una especial dedicación. CONCLUSIONES 1. La prevalencia de RD en nuestra serie es del 51,4%, sin predominio de sexo, y afectando más al tipo 2 ID (69,2%) que al tipo 2 NID (48,7%) y al tipo I (39,7%). 2. El factor de riesgo más importante es el del tiempo de evolución, especialmente si se asocia a niveles elevados de HbA1C. 3. El control oftalmológico de los enfermos que componen la serie es muy deficiente, destacando un 33,9% que nunca se revisaron desde el comienzo de su enfermedad, y un 28,7% de pacientes con más de tres años desde la última revisión. 4. Ni la AV (que suele ser buena en etapas precoces de la enfermedad), ni el fondo de ojo sin indicadores fiables de la gravedad de la RD. Pensamos que es necesario AFG de forma prácticamente sistemática. 5. Las nefropatías, especialmente la proteinuria, constituyen un indicador de riesgo, fundamentalmente en los pacientes tipo 1. 6. La tasa de lípidos no condiciona de manera negativa la presencia de retinopatía, si bien, conforme ésta se vuelve más grave, se observa una mayor tasa de LDL-Col en el grupo de pacientes tipo 2 NID. Las cifras elevadas de HDL-COL no constituyen ningún factor contra la retinopatía. 7. En lo que respecta a la prevalencia de retinopatía en función de la procedencia, destaca de forma muy evidente la alta incidencia de formas graves de la enfermedad en el grupo de enfermos procedentes de los oftalmólogos de zona (37.6% de preproliferantes y 15% de proliferantes) y, en consecuencia, la baja tasa de pacientes sin retinopatía (9,8%) en contraposición con los otros dos grupos, y en especial, con el de los endocrinólogos hospitalarios, en el que la presencia de formas graves de la enfermedad es mínima con un 3,1% de preproliferantes y un 1% de proliferantes. En consecuencia, nuestro estudio parece añadir un nuevo “factor de riesgo” a los internacionalmente reconocidos, que podríamos denominar “factor de riesgo local”, y es el de ser diabético controlado en el escalón primario de nuestra estructura sanitaria.