La estrategia política del PSOE en la Andalucía de la transición. Del regionalismo al nacionalismo andaluz a través de la prensa y la fotografía

Abstract

Durante la Transición española, el grito de guerra en las manifestaciones fue: Libertad, Amnistía y Estatutos de Autonomía. La descentralización del Estado español fue uno de los principales problemas a los que se enfrentaron los políticos de una Transición imprevisible e inestable amenazada por los poderes de facto de la dictadura. Hay que tener en cuenta que los nuevos políticos tuvieron que convivir en sus reformas con políticos que venían del antiguo régimen y, por tanto, eran hostiles a cualquier reforma que supusiera romper con los principios del Movimiento. Estas dificultades fueron motivadas por el hecho de que la transición no se produjo por una ruptura con el régimen político anterior, ni por una revolución interna o externa, sino por la desaparición del dictador como había ocurrido en otros países. La transición española fue diferente porque se llevó a cabo desde dentro de las estructuras del Estado con un acuerdo o pacto entre las fuerzas políticas de la oposición y un sector del régimen que estaba comprometido con su reforma. Una de las reformas que más oposición tuvo por parte de los descendientes del régimen anterior fue pasar de un Estado centralista a uno descentralizado. El artículo 8 de la Constitución abrió la puerta a una estructuración territorial del Estado para que las regiones pudieran optar por convertirse en autonomías. En principio, las autonomías estaban pensadas para las denominadas regiones históricas porque habían aprobado sus Estatutos Autonómicos durante la Segunda República: Cataluña, País Vasco y Galicia. Estas se convertirían en Comunidades Autónomas por la llamada vía rápida, es decir, por el artículo 151 de la Constitución. Las demás optarían más lentamente por el artículo 144 de la Constitución. El propósito de esta investigación es examinar un período histórico, político y social de los últimos años del siglo XX, como es la transición española de la dictadura a la democracia, y la construcción del Estado de las autonomías, concretamente el de Andalucía. En este contexto, se analizará la influencia que tuvo el Partido Socialista y su líder Felipe González en el cambio de la política española y andaluza. El objetivo principal es conocer el papel del Partido Socialista durante la transición en Andalucía, una región olvidada, subdesarrollada y no reivindicativa, que experimentó un notable protagonismo durante este periodo democrático. Fueron varios los acontecimientos para la historia, pero sobre todo hay uno que marcó un nuevo camino para la región, y quizás también para el resto del país, la fecha del 4 de diciembre de 1977 cuando los andaluces salieron a la calle para reclamar sus derechos. Estas manifestaciones tuvieron un especial protagonismo por parte de los movimientos sociales y culturales de Andalucía. Aunque los partidos políticos tomaron la delantera, los movimientos obreros desempeñaron especial relevancia en el levantamiento de protesta, especialmente en el campo andaluz, así como los movimientos sociales tales como las asociaciones vecinales, culturales e intelectuales y los sindicatos. Pero se produjo un hecho histórico que ningún partido político esperaba y que vino a desvirtuar la política territorial de España. La lucha de Andalucía por la conquista de la autonomía por el artículo 151 de la Constitución. Se puede afirmar que Andalucía tuvo así su particular Transición y su lucha por igualarse a las consideradas Nacionalidades Históricas, "Ni más ni menos que nadie", influyeron en el posterior desarrollo territorial de España. La metodología es de carácter cualitativo, se basa en fuentes primarias (entrevistas) y secundarias (consulta de archivos y medios de comunicación). Desde estas consideraciones el PSOE-A fue el gran protagonista del éxito de la autonomía andaluza al convertirse, como decía su lema, en el "Gran Partido de los Andaluces", "Un gran Partido para un Gran Pueblo" y obtener la victoria por mayoría absoluta que el Gobierno andaluz le ha dado durante cuatro décadas.