El muerto hace al santo. Estudio etnográfico sobre la Santería y otros cultos de posesión en Bahía Honda (Artemisa, Cuba)

  1. Maldonado López, Belén
unter der Leitung von:
  1. Fernando Giobellina Brumana Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 08 von September von 2017

Gericht:
  1. Inmaculada Díaz Narbona Präsidentin
  2. Juan Antonio Flores Martos Sekretär/in
  3. Vagner Gonçalves Da Silva Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 496735 DIALNET lock_openRODIN editor

Zusammenfassung

Esta investigación se propone echar luz sobre la lógica y el sentido que subyace a los cultos de posesión a través de un estudio de caso en la localidad de Bahía Honda (Artemisa, Cuba). La religiosidad vivida por las gentes de Bahía está constituida por la fusión de elementos provenientes del contacto entre el Catolicismo, el Espiritismo Kardecista y cultos de origen africano, como la Santería y el Palo Monte, asociados a la creencia en entidades místicas, dioses, muertos o antepasados que se encarnan en el cuerpo de los agentes para respaldar y orientar la vida cotidiana. A través del método etnográfico mostraré el funcionamiento de dos agencias religiosas, el centro de culto de Nelly y el centro de culto de Isabel, describiré los factores espirituales y terrenales que constituyen las prácticas místicas estudiadas y las relaciones que se establecen entre aquellos. La especificidad de mi enfoque con respecto a otras investigaciones existentes reside en que dirijo la mirada a los mecanismos mediante los que los grupos de culto utilizan su entorno social para crear "alternativas corporales" que reelaboran, producen y desproducen la realidad social, integrándola en sus marcos representativos, en sus espacios y prácticas rituales. El campo religioso cubano se caracteriza por la horizontalidad de sus diversas manifestaciones. No existe una religión oficial dominante e instaurada en las instituciones públicas como ocurre en sociedades como la española o la brasileña con el Catolicismo. La multiplicidad de planos en que se construye la religiosidad cubana forma una estructura fragmentada capaz de retroalimentarse sin perder su autonomía, capaz de servirse de los ofrecimientos del sistema sin someterse a él. Los cultos de posesión en Cuba son religiones alternas.