Evaluación biológica de la contaminación marina costera mediante bioensayos con embriones del erizo de mar paracentrotus lividus

  1. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, NURIA
Zuzendaria:
  1. Ricardo Beiras García-Sabell Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidade de Vigo

Fecha de defensa: 2002(e)ko abendua-(a)k 12

Epaimahaia:
  1. Tomás Angel del Valls Casillas Presidentea
  2. Jesús López Pérez Idazkaria
  3. Rodolfo Barreiro Kidea
  4. Iracema Andrade Nascimento Kidea
  5. Victor Manuel Oliveira Vasconcelos Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 99323 DIALNET

Laburpena

El objetivo alcanzado en este trabajo es la puesta a punto de un bioensayo con embriones y larvas del erizo de mar Paracentrotus lividus (LMK) cuya aplicación permite, en combinación con métodos químicos, evaluar la calidad ambiental de zonas marinas costeras (Carr et al, 1996; DelValls y Chapman, 1998; His et al, 1999). Estas pruebas resultan ser un método rápido, sencillo y de gran relevancia ecológica, ya que los organismos responden a la fracción biodisponible del contaminante, indicando claramente cuando un área está contaminada por sustancias peligrosas para los seres vivos. Además los organismos ofrecen una respuesta integrada a la totalidad de contaminantes presentes cuya toxicidad depende de muchos factores ambientales, que pueden producir interacciones que la potencien o disminuyan. Por otro lado estas pruebas biológicas pueden ayudar a identificar nuevos elementos tóxicos presentes en elmedio cuyos efectos nocivos no habían sido descritos con anterioridad (His, 1992). El fundamento experimental del bioensayo es exponer embriones de erizo de mar a la matriz cuya toxicidad se quiere evaluar, y tras un periodo de incubación en condiciones controladas, registrar una respuesta biológica ecológicamente relevante. El grado de inhibición de la respuesta será proporcional a la concentración del tóxico en la matriz. En este trabajo se han registrado el éxito en la embriogénesis y la longitud larvaria. Las pruebas realizadas con diversos grupos de contaminantes químicos demuestran que el bionesayo estandarizado es muy sensible a la presencia de los metales pesados Hg, Cu y Pb, y del pesticida organofosforado, clorpirifos, pudiéndose detectar concentraciones a un nivel de ug/l. Utilizando como respuesta la longitud larvaria, podemos aumentar enormemente la sensibilidad de la prueba para detectar compuestos orgánicos como los HAPs, cuya baja solubilidad en agua impide su detección mediante respuestas biológicas