Riesgos de erosión costera en el litoral Atlántico gaditano

Resumen

El principal objetivo de la Teis Doctoral es la evaluación del riesgo de erosión costera en el litoral atlántico de la provincia de Cádiz, su distribución, cuasas e implicaciones. El área de estudio, de unos 150 km de longitud, es un costa mesomareal de baja energía, constituida por playas arenosas, dunas y acantilados. Para el estudio de los procesos de erosión costera en esta diversidad de ambientes se han combinado distintas técnicas. Los cambios costeros a medio plazo se han determinado mediante fotogrametría digital y Sistemas de Información Geográfica, empleando para ello fotografias aéreas de diversas fechas entre 1956 y 2002. El comportamiento a corto plazo se ha evaluado a partir del seguimiento estacional de perfiles topográficos de playas y su caracterizsación morfodinámica. En general, el riesgo de erosión costera en el área de estudio se puede considerar de moderado a bajo, aunque debido a la gran heterogeneidad de los factores que determinan la vulnerabilidad ante la erosión existen zonas que presentan n riesgo muy alto. La costa Norte de la provincia muestra niveles de riesgo superiores a los de la zona Sur, relacionados principalmente con los contrastes entre ambas zonas en lo que respecta a los aportes sedimentarios fluviales, el grado de ocupación costera, la energía del oleaje y las tendencia eustáticas. Para la totalidad del litoral gaditano, el principal factor natural responsable de la erosionabilidad de las costas arenosas es la configuración costera, fundamentalmente la batimetría. En este sentido, el tipo de playa ejerce una gran influencia, ya que las playas rectilíneas y encajadas suelen ser estables o incluso acrecionales, mientras que las playas apoyadas en plataformas rocasas juestran por lo general una tendencia erosiva. En cuanto a los factores antrópicos que influyen en la erosión costera, destacan la reducción en el aporte sedimentario fluvial motivada por la construcción de presas, la instalación de estructuras ingenieriles en el litoral, y la articialización generalizada de la trasplaya, relacionada con la expansión urbanística. Por otra parte, la evolución de las costas rocosas depende fundamentalmente de su litología y estructura interna, así como de la presencia y características de una playa o plataforma rocosa al pie del acantilado, ya que estos factores controlan en gran medida los efectos de los procesos de meteorización, los movimientos de masa y el ataque basal del oleaje. La proyección futura de las tasas de erosión recientes revela la necesidad de adoptar medidas de gestión adecuadas. En las áreas especialmente problemáticas sería necesaria la reubicación de determinadas estructuras, con el fin de reducir el impacto futuro del retroceso de la línea de costa. Con carácter general sería conveniente establecer sistemas permanente de trasvase de sedimentos desde las playas artificalmente acrecionales a las erosivas, emplear los sedimentos dragados de los puertos para la regeneración de las playas deficitarias, incrementar las actuaciones de conservación y restauración dunar, y asegurar el cumplimiento estricto de la legalidad vigente en materia de construcción en zonas costeras.