El autoritarismo en la modernidaduna reflexión de Boaventura de Sousa y Richard Rorty

  1. Morales Fabero, José
Dirigida por:
  1. Jacinto Rivera de Rosales Chacón Director/a
  2. Cristina Rodríguez Marciel Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 30 de noviembre de 2017

Tribunal:
  1. José María Rosales Jaime Presidente/a
  2. Juan Antonio Estrada Díaz Secretario/a
  3. Juan Carlos Mougán Rivero Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Las circunstancias del contexto general de la sociedad andaluza y española –de las cuales tengo un mayor conocimiento directo– me ha llevado a considerar la falta de personas públicas que en un principio podían portar una previa autoridad, donde no hay un cuestionamiento por ellos mismos al ejercer sus funciones (un cuestionamiento de sí y para sí), como de los mimos ciudadanos, donde daban y dan por hecho esa autoridad: políticos – tanto de derechas como de izquierdas, tanto socialistas como liberales o neoliberales – , policías, sacerdotes, jueces, abogados y otras instancias de autoridad, parecen que reflejan una carencia total de auctoritas y potestas, donde poder establecer ciertas garantías de que en la sociedad en la cual vivimos contamos con unas normas que nos legitime dentro de la misma. Por tanto la hipótesis de esta tesis doctoral es que en la sociedad de nuestras democracias occidentales, se carece de una auctoritas y una potestas, donde poder establecer nuestro marco de convivencia de forma que se respeten sus mismos principios que legitimarían el poder político La justificación de esta investigación se fundamenta desde la perspectiva, que si antaño se contaba con unas normas prestablecidas o en argot de la disciplina del Derecho, consuetudinarias en la sociedad, como: a una persona mayor no se le replica, el profesor siempre lleva la razón, el sacerdote tiene una vocación de servicio despegado de necesidades terrenales, la policía hace cumplir la ley, el juez aplica la ley acorde a su independencia como miembro de unos de los tres poderes que constituyen nuestros Estados de Derecho…etc. Todo ello nos hace pensar que deberíamos rastrear los indicios que pudieran darse en el campo de la filosofía política, donde poder ubicar las crisis, las respuestas y los cuestionamientos que se han ido produciendo de las diferentes ideas políticas y los regímenes que lo han sustentado. Por tanto, desde esta investigación queremos albergar la posibilidad de establecer una racionalidad de corte hermenéutico-pragmático, al objeto de poder lograr una auctoritas y una potestas que parecen desaparecidas de las actuales sociedades occidentales, con dos autores que pudieran representar a groso modo el espectro que va desde el socialismo al liberalismo, como son Boaventura de Sousa y Richard Rorty. Este trabajo de tesis doctoral va a tener tres pilares sobre los que se asentará. En primer lugar tendremos que especificar y aclarar los conceptos de auctoritas y potestas (Capítulo II) –que se irán desarrollando a lo largo de la misma– en relación con el vocablo poder, ya que estos conceptos tienen una similitud tanto en su etimología como en la forma que posteriormente se han utilizado en el pensamiento político, de forma tal que ha originado equívocos y cambios a la hora de conformar una comunidad legitimante constituida. Para ello se acudirá a pensadores clásicos y contemporáneos que se han preocupado por la exégesis del binomio auctoritas-potestas, en relación a la legitimación del poder. Ello nos permitirá abordar el segundo pilar (Capítulos III, IV), en referencia a la génesis de la época moderna, como cambio de paradigma que dará a los vocablos referenciados una nueva forma de ejercer el poder a la hora de configurar dicha época. Ello se debe al paulatino alejamiento de los sistemas filosóficos de nuestras sociedades occidentales de la religión, la ética y de la metafísica. Por tanto nos acercaremos al surgimiento del cuestionamiento de la época moderna, a partir del nacimiento de la Ilustración como movimiento que cuestiona todo prejuicio que provenga de la religión y de su carácter de autoridad, para desembocar en el surgimiento del Pacto Social, como idea de razón kantiana que alberga el orden político y social de la época moderna. Por último, como tercer pilar, que es trasversal a todos ellos y en continua relación con los dos anteriores estudiaremos las reflexiones de dos pensadores del siglo XX, como son Boaventura de Sousa y Richard Rorty – ya que la maduración y trayectorias intelectuales de sus obras así nos lo aconseja–, pueden representar dos visiones diferentes de afrontar los retos que se nos presentan en nuestros tiempos, en cuanto a los principios, los valores y la estructura que debería tener una sociedad del siglo XXI, en la que se pueda articular la convivencia de la forma más justa en relación con la auctoritas y la potestas. La elección de los mismos para confrontar sus aportaciones, tanto en el campo epistemológico, ontológico e ideológico, así como en el modelo de sociedad que ellos defienden, se fundamenta en que ambos representan puentes de diálogo posibles tanto entre la filosofía analítica (positivismo) y continental –Richard Rorty– como entre la filosofía europea continental (La teoría crítica de la Escuela de Frankfurt) y la filosofía latinoamericana anticolonial de autores del siglo XX –Boaventura de Sousa–. Esto último nos permitirá adentrarnos en la discusión entre modernidad y postmodernidad (Capítulos V y VI), por considerar que es una discusión actual en el panorama del pensamiento filosófico, y en la cual se ven inmersos estos dos pensadores, en particular en el uso que hacen del vocablo antiautoritarismo (Richard Rorty) y nuevo fascismo social (Boaventura de Sousa). Por último en su Capítulo VII llegaremos a las conclusiones a la que nos ha llevado nuestra investigación. Al plantear una cuestión como la auctoritas y la postestas en relación con el poder legítimamente constituido dentro del campo de la filosofía política, estamos estableciendo un compromiso con la concepción que se tiene de la filosofía, pues en este sentido se entiende como un ejercicio formativo para la construcción del ser humano y no como una disciplina meramente teórica. Por tanto realizaremos una investigación basada en el procedimiento reflexivo, sistemático y crítico de las obras filosóficas, antropológicas, sociológicas…etc., tanto de Boaventura de Sousa como de Richard Rorty. Ya que deberemos tener en cuenta que cada periodo histórico de la filosofía ha tenido una tensión entre pensadores que defendían una determinada cosmovisión con otros pensadores coetáneos que le han aportado a la misma ese carácter inconformista y polémico, como es de suyo. Por tanto se tiene la necesidad de que Richard Rorty y Boaventura de Sousa dialoguen entre sí y con otros pensadores clásicos o no, como algo intrínseco al pensamiento filosófico como propone Umberto Eco: “trabajad sobre un contemporáneo como si fuera un clásico y sobre un clásico como si fuera un contemporáneo”. (Eco, U: 2.006, pág. 34). Uno de los objetivos de este trabajo consiste en demostrar que no existen comienzos absolutos: la ciencia moderna, pero también el dogma cristiano o el mito – cuya investigación debe centrarse en la recepción y no en la búsqueda de un mito original–, responden a preguntas que vienen de muy lejos, como es el caso que nos ocupa de la auctoritas y la potestas. Por este motivo, la idea de un comienzo absoluto de los tiempos modernos es tan poco racional como cualquier otra creatio ex nihilo. La Ilustración vendrá a reforzar, no obstante, el esquema mítico de la creación desde la nada y de la tabula rasa, mientras que el Romanticismo corregirá las ilusiones modernas de autofundación y descubrirá la razón en el mismo pasado, en la religión, en las costumbres, etc. (Mayos, G. 2004). Una de las cuestiones que se plantea este trabajo es la incapacidad humana de agotar la realidad desde una sola perspectiva, punto de vista, enfoque, óptica o abordaje, es decir, con un solo intento de captarla, ya que la descripción más rica de cualquier entidad, sea física o humana, se lograría al integrar en un todo coherente y lógico los aportes de diferentes personas, filosofías, métodos y disciplinas y aun así habría resquicios por donde se nos deshiciera lo logrado. El mundo en que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenómenos físicos, biológicos, psicológicos, filosóficos, sociales, políticos, económicos y ambientales, son todos recíprocamente interdependientes de manera globalizada. Para describir este mundo de forma adecuada necesitamos una perspectiva más amplia y holista que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni las diferentes disciplinas aisladamente; necesitamos una nueva visión de la realidad, un nuevo “paradigma”, es decir, una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro modo de valorar. Ahora bien, habría que circunscribirnos al espacio Nortocéntrico (Europa Occidental y Norteamérica) y Latinoamericano. Nuestro interés en esta tesis se centra, también, en la inquietud que nos produce el hecho de que en nuestras sociedades occidentales y latinoamericanas (En el caso de Boaventura de Sousa da por sentado que Latinoamérica no es Occidente, algo, por lo demás, que algunos cuestionan1), donde Richard Rorty y Boaventura de Sousa han 1 Si Occidente se define, por la tradición grecolatina, por la herencia del cristianismo, por el humanismo renacentista y el racionalismo científico, por la defensa de las libertades y de los derechos fundamentales, por la democracia representativa y la aspiración a su perfeccionamiento, por la separación y el equilibrio de poderes, por la primacía de la ley y la igualdad ante ella, por la economía de mercado y la apertura al mundo, por la igualdad entre el hombre y la mujer; entonces América Latina forma parte de Occidente. América Latina es occidental, pero tiene una forma particular de serlo; de igual modo que las naciones que componen la región tienen, cada una, una manera propia de ser latinoamericanas. Cfr. Marcello Carmagnani “El Otro Occidente: América Latina Desde la Invasión Europea Hasta la Globalización”. F.C.E, México 2004. tenido una mayor influencia, cada vez más se aprecia una falta de valores y normas por donde poder transitar con arreglo a una convivencia pacífica y en cierta armonía, aunque no exentas de problemas, ya que hasta ahora las dificultades parecen solucionarse a través de actitudes y comportamientos que, en general, podríamos calificar de autoritarios. Nuestra experiencia vital nos dice que, aunque en las formas tenemos unas democracias liberales, con una separación de poderes entre el legislativo, ejecutivo y judicial, en la realidad su superposición y ligazón parece abocarnos al ejercicio del poder de pura potestas, sin la consideración de la auctoritas, es decir, de un saber socialmente reconocido, que legitimaría una potestas en cuanto poder socialmente aceptado. Esta tesis enfrenta a dos pensadores que anteriormente no han sido confrontados, en cuanto a la auctoritas y la potestas que debe legitimar el poder en nuestro presente. Richard Rorty es un pensador del cual podemos encontrar en España – aparte de numerosos libros traducidos – un número importante de tesis sobre su abordaje de la contingencia del lenguaje, su orientación en el neopragmatismo, su concepción sobre la primacía de la democracia sobre la ideología, sus reflexiones acerca del giro lingüístico, su concepto de etnocentrismo y su defensa respecto al lugar que ha de ocupar el arte y la poesía en las comunidades que se piensan bajo principios liberales y democráticos. Rorty piensa un liberalismo ético-político, es decir, un liberalismo que considera que lo peor que le puede acontecer a un ser humano es el verse a sí mismo como una persona cruel. Es necesario, dice, que las personas puedan empatizar sobre el sufrimiento de otros seres a través de la palabra, la poesía y la literatura. De ahí su defensa de un sujeto ironista receloso de su vida privada. Por tanto, un liberalismo no tan Kantiano e ilustrado, menos racionalista y metafísico. Donde todo aquello que no provenga de la autoridad humana es entendido como autoritarismo. Por otro lado, el profesor Boaventura de Sousa, cuenta con numerosos trabajos sobre Latinoamérica, y muchos de sus libros han sido traducidos al español. Así y todo, en España sólo cuenta con la elaboración de dos tesis doctorales. La primera versa sobre el cosmopolitismo subalterno basado en la crítica a las teorías críticas postmodernas, y la propuesta sociopolítica de un Estado en movimiento. La segunda se basa en el análisis de los procesos de globalización, democracia radical y emancipación humana en la teoría social y política de ese Estado en movimiento. Su desarrollo intelectual se sustenta en elaboraciones teóricas referidas a la emancipación de los pueblos oprimidos (altermundistas), la posibilidad de Estados plurinacionales, y de la razón contrahegemónica como distinta a la razón moderna Nortocéntrica. En sus obras es muy frecuente la palabra revolución, y las referencias al nuevo socialismo, a reinventar la Democracia y el Estado, al rescate de la memoria histórica para devolver a las victimas su autoridad por el sufrimiento, sobre el atropello de los derechos y culturas ejercida por los pueblos colonizadores de América latina sobre sus nativos; mediante la alegoría del Ángel de la Historia de Walter Benjamín, que mira al pasado, horrorizado por los escombros y las miserias de la Historia. Por ello escribe y argumenta en contra de lo que él considera los tres jinetes de la Apocalipsis: El colonialismo, el liberalismo y el imperialismo2.