Satisfacción laboral e índices psicopatológicos en los cuidadores de personas con discapacidad intelectual en el distrito de Braga

Resumen

Los cuidadores formales e informales de personas con discapacidad intelectual se enfrentan a problemas de aprendizaje y están sujetos a frustración, tienen una sobrecarga física y emocional muy grande y han de afrontar diariamente problemas de comportamiento y agresividad. Estos factores afectan su salud física y mental que puede dar lugar no solo a una productividad disminuida y a costos de cuidados de salud para el cuidador, sino también a costos asociados con la calidad y cantidad de los servicios prestados. Sus condiciones de trabajo afectan también negativamente a los niveles de satisfacción laboral y al bienestar psicológico del trabajador. Centramos nuestra atención en la satisfacción con el trabajo, los índices psicopatológicos y algunas variables sociodemográficas de la población de cuidadores, formales e informales, de las personas con discapacidad intelectual del distrito de Braga, en el Norte de Portugal, un colectivo que trabaja bajo una gran sobrecarga y que no ha sido tenido en cuenta en los estudios existentes. La muestra está constituida por 293 cuidadores formales y 265 cuidadores informales. Utilizamos una Escala de Satisfacción Laboral, el Maslach Burnout Inventory, el Brief Symptom Inventory y un conjunto datos sociodemográficos y datos relacionados con el ejercicio de la función de cuidador y con la persona cuidada. Concluimos que el perfil típico del cuidador formal de personas con discapacidad en el distrito de Braga es mujer, entre 31 y 50 años, con el grado académico de licenciada o enseñanza secundaria, está casada o vive en unión de hecho, tiene un contrato fijo, es auxiliar, no trabaja por turnos, ejecuta este trabajo desde hace 11 a 15 años, tiene formación específica para el trabajo que ocupa entre 21 a 40 horas por semana y los usuarios con quien trabaja poseen problemas de comportamiento como agresividad. Los cuidadores informales son también mujeres, con más de 50 años, tienen cuatro años de escolaridad, pareja, la mayor parte no trabaja, no tienen formación específica para cuidar, se dedican al cuidado entre 51 y 100 horas semanales, normalmente son madres de las personas cuidadas y las personas a su cuidado no presentan problemas de comportamiento. A partir de los resultados de las estadísticas descriptivas podremos decir que el cuidador formal no presenta perturbaciones emocionales, se siente moderadamente satisfecho con su trabajo. Los resultados en el MBI muestran que los cuidadores formales tienen un grado bajo de burnout. Los cuidadores informales, en cambio, revelan perturbaciones emocionales. En la Satisfacción Laboral no se sienten ni satisfechos ni insatisfechos en su trabajo y presentan un nivel alto de burnout.