Lesiones por asta de toro en la Plaza de la Real Maestranza de Sevilla

  1. CRUZ VILLALBA, CARLOS JESUS
Dirigida por:
  1. Vicente Vega Ruiz Director

Universidad de defensa: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 28 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Miguel Angel Velasco Garcia Presidente
  2. Jorge Roquete Gaona Secretario
  3. Antonio M. Ballesta Gimeno Vocal
  4. Miguel Ángel García Ureña Vocal
  5. Augusto García Villanueva Vocal
Departamento:
  1. Cirugía

Tipo: Tesis

Teseo: 339993 DIALNET

Resumen

INTRODUCCION: Las lesiones por asta de toro son lesiones comunes en la práctica del toreo entre profesionales de la lidia. Tales lesiones han sido estudiadas por cirujanos ya desde el siglo XVII, basándose en las experiencias de heridas por arma de fuego y de guerra. La práctica del toreo profesional, es una de las principales atracciones y eventos en países del área mediterránea siendo las lesiones por asta de toro, una situación frecuente con las que cirujanos deben estar acostumbrados a diagnosticar, manejar y tratar adecuadamente. OBJETIVOS E HIPOTESIS: Evaluación de los tratamientos de heridas por asta de toro a lo largo del siglo XX y las leyes que han regulado la asistencia sanitaria de estas heridas, especialmente las que han afectado a la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Se determinará siniestralidad, tipos de lesiones observadas, número de decesos por heridas por asta de toro y mortalidad evitable en una plaza de primera categoría según reglamentación taurina, como lo es la Plaza de Toros de Sevilla. En caso de cumplir los criterios de inclusión determinados, se compararán nuestros resultados con otros publicados. Se estudiará tipo de profesional lesionado en relación a la lidia, tercio de la misma en que sucede la lesión, tipo y número de lesiones, localización corporal y órganos afectados, así como el pronóstico dado. Se evaluará la influencia de condiciones meteorológicas adversas en la prevalencia de lesiones, así como las castas o encastes productores de la lesión. Se pretende valorar la necesidad de formación acreditada y oficial en este ámbito de la cirugía, ante la práctica de estos festejos en nuestro medio. Consideramos que una adecuada formación y acredtación en estas lesiones, es fundamental siguiendo los criterios de calidad asistencias y de seguridad del paciente hoy plenamente exigibles. MATERIAL Y METODO: Se incluirán todas las lesiones que hayan sido producidas por el asta de toro, durante el período 1.900 al año 2.000 en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Nos fundamentamos en partes de asistencia quirúrgica cuando dispongamos de los originales, o bien de las transcripciones de los mismos en la prensa cuando aquellos no consten. clasificaremos las lesiones por asta de toro, desde las que no producen solución de continuidad hasta las que sí lo producen. Se plantea un estudio descriptivo observacional de casos. Introduciremos en una hoja de cálculo la fecha de registro de lesión, el nombre del lesionado, su dedicación o relación profesional respecto a la lidia, tipo de festejo celebrado, tercio de la misma en que se produce, número de toro en orden de lidia que produce la lesión, ganadería, peso de la res, descripción de la lesión, pronóstico de la misma. Los datos descriptivos de las lesiones que contenga el parte facultativo, se subclasificarán según número de lesiones registradas, longitud del o los trayectos en caso de cornadas, órganos afectos, regiones anatómicas lesionadas y todos cuantos datos de interés quirúrgico queden reflejados en los partes de asistencia quirúrgica. Se obtendrán tablas secundarias a partir de estos datos, entrecruzando la información, para dar respuesta a los objetivos planteados. De igual forma, reuniremos cuantas referencias científicas o literatura quirúrgica a lo largo de los siglos se hayan editado en nuestro medio para valorar la evolución del tratamiento de estas heridas. RESULTADOS: Se han registrado 3.260 eventos o festejos taurinos durante el curso de 101 años. Se ha lidiado (con certeza) 19.091 reses. De los festejos celebrados, en 638 hemos registrado con certeza e información completa, lesiones producidas por el asta de toro. Tenemos constancia de más lesiones (especialmente el primer tercio del siglo XX), pero la ausencia de los partes facultativos y las escasas descripciones de las lesiones a veces descritas en periódicos o prensa de la época, nos hace descartar numerosas lesiones. en total reunimos 786 partes facultativos que contienen en conjunto 1.051 lesiones. La lesión por asta de toro más frecuentemente registrada ha sido la cornada (61.58%), seguida del puntazo (26,02%), lesiones tipo scalp (4,12%), empalamientos (3,96%), fracturas secundarias (3,49%) y cornadas cerradas (0,79%). Las lesiones (globalmente) se producen con una frecuencia 2,44 veces más en el último tercio de la lidia respecto al primer tercio. La lesión más frecuente, es la cornada de hasta 20 cm de longitud y de trayecto único. Se han registrado 11 casos de mortalidad por heridas pro asta de toro, y un caso de éxitus por traumatismo craneoencefálico en picador tras caída del caballo. La mortalidad se establece en un 1,5% en nuestra serie, muy inferior a la observada en series con fallecidos en festejos populares. La causa fundamental de éxitus ha sido la lesión vascular directa en vasos centrales o periféricos de gran calibre, y secundariamente por sepsis secundaria por lesiones perineales severas o gangrena de miembro. en un 45,45% de los casos de muerte por sepsis (especialmente en época pre-antibiótica), ha podido ser evitable con medidas de soporte y farmacológicas actuales. En relación al número de festejos celebrados y número de reses sacrificadas, la siniestralidad global alcanza un 24,11% por festejo y 4.11% por toro lidiado. La mortalidad según tipo de res, es increiblemente baja (muy inferior al 0.01 por mil). DISCUSION: El primer cirujano que ejerció su ciencia oficialmente en la Plaza de Toros de Sevilla fue Gregorio Arias, Cirujano de la Real Armada, formado quirúrgicamente en el Real colegio de Cirugía de Cádiz. Se trasladó a Sevilla donde fue miembro de la primitiva Real Academia de Medicina y Cirugía de la capital hispalense. Tuvo especial interés en el tratamiento de estas lesiones, habiendo publicado un libro con un capítulo sobre estas heridas y su tratamiento, en una ciudad donde por tradición ya se trataban estas heridas en el antiguo Hospital del Cardenal donde el célebre cirujano de final del medioevo Hidalgo de Agüero ya estableció su método particular de tratamiento de las heridas traumáticas. Tras Gregorio Arias, numerosos autores quirúrgicos españoles, contribuyeron al desarrollo de esta cirugía tan particular, estableciendo principios propios y definidos, que no tuvieron la difusión científica deseada. con la entrada en el siglo XX y el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, el cirujano Alexander Carrel describió el método de Carrel-Dakin para el tratamiento de heridas traumáticas de guerra, que siguieron fervorosamente los cirujanos militares durante esta sangrienta contienda mundial del primer tercio del siglo XX. Este método, en nada se diferenciaba de lo que los cirujanos taurinos de nuestro medio, en especial los cirujanos de la Plaza de Toros de Sevilla venían realizando ya décadas atrás, con la única diferencia en la composición de la solución empleada para la desinfección de heridas. Seguida esta asistencia inicial, el taponamiento o cura yodofórmica de Mikulicz era el tratamiento habitualmente seguido en lesiones amplias y profundas. En casos menores, la limpieza y sutura primaria se realizada de forma habitual, no siendo muy común el empleo de drenajes hasta la aparición de los primeros drenajes de tipo comercial. Estos y otros aspectos relacionados con los objetivos propuestos, son tratados con mayor detenimiento en el desarrollo de la discusión contenida en la tesis. CONCLUSIONES: Los cirujanos de la Plaza de Toros de Sevilla, han demostrado a lo largo de los años, alta capacitación en estas heridas traumáticas. De igual forma, la Real Maestranza de Caballería, propietaria del ruedo, ha mostrado siempre a lo largo de la historia, especial interés en los avances médicos y reformas necesarias para la adecuada asistencia de estos lesionados en su ruedo. Las lesiones complejas observadas en las diferentes regiones de la economía corporal, exigen una adecuada y amplia formación quirúrgica, que consideramos de exigencia oficial y acreditada, que permita cumplir los criterios de calidad asistencia y seguridad del paciente, hoy plenamente exigibles. Hasta un 45,45% de las muertes, creemos que han podido ser evitables con los recursos técnicos y humanos actuales. Hasta un 50% de los festejos celebrados en condiciones meteorológicas adversas han registrado lesiones. La multitud de ganaderías responsables de las lesiones observadas, así como los cruces de encastes observados en el tiempo y la variabilidad en los criterios morfológicos del toro de lidia según los diferentes reglamentos vigentes, hacen difícil establecer la peligrosidad de los encastes, aunque estudios en el ámbito de la genética veterinaria podría ayudar a establecer y relacionar el comportamiento agresivo de los encastes y su responsabilidad en la producción de estas heridas.