Un episodio de las guerras de Granada visto desde la antropología física

Resumen

La identificación de las lesiones traumáticas en los restos osteoarqueológicos y especialmente el registro de los traumatismos perimortem, constituye una de las principales y más fiables fuentes de información para el reconocimiento de la violencia en las sociedades antiguas, ya que muchas lesiones se conservan de manera indeleble en el hueso y por lo tanto constituyen el vínculo material más directo a la vida y al entorno del individuo. Sin duda, la excavación y el registro del material óseo humano es uno de los pasos más importantes para el posterior análisis de cualquier colección osteológica. La conservación del material determina en gran medida la potencialidad de su estudio así como la formación multidisciplinar del investigador, el cual debe estar instruido tanto en el ámbito de la Arqueología como en el de la Antropología, para comprender el contexto cultural en el que fueron hallados y precisar los factores tafonómicos que afectaron a los restos. El presente trabajo se realizó sobre los restos humanos de la colección de la Alcazaba de Loja (Granada), que cronológicamente se enmarcan en el final de la época nazarí (s. XV). Los restos se recuperaron durante la intervención arqueológica de Restauración de la Alcazaba en el año 2008-2009, con la presencia de un antropólogo físico (la autora) y un técnico arqueólogo. El principal propósito de esta tesis es investigar si las lesiones perimortem documentadas en el conjunto de enterramientos de la Alcazaba de Loja son el resultado de la toma de la ciudad en 1486 por parte de las tropas castellanas. Un episodio bélico históricamente documentado, el cual forma parte de la conquista y las Guerras de Granada. Se ha analizado la forma y la tipología de las sepulturas, las características morfológicas y métricas de este conjunto poblacional, así como las anomalías patológicas y las lesiones traumáticas. Se han discriminado las lesiones antemortem, perimortem y postmortem mediante la observación macroscópica, microscópica y radiográfica de las áreas lesionadas, prestando especial atención en los cambios de coloración, la superficie del hueso, la textura y la morfología de la lesión. Los resultados obtenidos revelan un conjunto formado por NMI de 28 varones, la mayoría de edad adulta, con unas características corporales robustas y una notable frecuencia de traumatismos perimortem. Los datos obtenidos del estudio antropológico han sido corroborados con el análisis que proporciona la documentación histórica y arqueológica, y se han relacionado con otros trabajos o colecciones asociadas a alguna batalla históricamente conocida; la distribución demográfica y los patrones de las lesiones perimortem coinciden con los documentados en la toma de Loja en 1486. Este trabajo se suma a una lista de trabajos científicos que se centran en el reconocimiento de las marcas de violencia en contextos de agresión, localizados en distintos marcos temporales y espaciales de origen arqueológico. En consecuencia, supone una aportación significativa a los casos de muerte violenta observados en las series óseas de al-Andalus y un enriquecimiento de la propia historia de Loja. Se proporciona una fuente de información inédita para el conocimiento de las Guerras de Granada desde el punto de vista de la Antropología Física. Por otro lado, a pesar de que existen numerosas investigaciones centradas en el traumatismo óseo, son raras las ocasiones en las que disponemos de un material inédito y tan excepcional como la colección de Loja, que muestra los efectos de la violencia de una manera clara y directa, y que permite documentar, con solidez, esos episodios de conflicto.