La personalidad y el autoconcepto en lso trastornos de la conducta alimentaria

  1. SÁNCHEZ GUARNIDO, ANTONIO JOSÉ
Dirigida por:
  1. Javier Herruzo Cabrera Director/a
  2. María José Pino Osuna Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Córdoba (ESP)

Fecha de defensa: 24 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Rosario Ortega Ruiz Presidente/a
  2. Antonio Fernández Parra Secretario/a
  3. Esperanza Marchena Consejero Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Aunque se asume la importancia de factores sociales en el origen de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), con una incidencia muy superior del mismo en la sociedad occidental, especialmente en mujeres jóvenes y adolecentes, la realidad es que, obviamente, no todas las mujeres adolescentes de occidente desarrollan un TCA aún estando sometidas supuestamente a presiones sociales semejantes (Fairburn y Bohn, 2005). Deben existir, por tanto, otros factores personales que predisponen al desarrollo de los mismos, y entre los más importantes se encontrarían los rasgos de personalidad y el autoconcepto. La mejor metodología para identificar factores predisponentes es la de los estudios prospectivos. En dichos estudios, las variables que más aparecen como factores de riesgo incluyen el neuroticismo, una pobre conciencia interoceptiva, el perfeccionismo y los rasgos de personalidad obsesivo-compulsiva, así como la ineficacia y un autoconcepto bajo (Cervera et al., 2003; Garner, Garfinkel, Rockert, y Olmsted, 1987; Ghaderi y Scott, 2000; Martin et al., 2000). Sin embargo, aunque nos encontramos con investigación que relaciona los rasgos de personalidad y el autoconcepto con un mayor riesgo de padecer un TCA, no conocemos investigación que haya estudiado conjuntamente todas las variables que han demostrado ese valor predictivo. Además, la mayor parte de la investigación no se ha realizado con pacientes diagnosticados mediante entrevista sino simplemente mediante cuestionarios. Y no conocemos ninguna investigación que haya confirmado los diagnósticos clínicos utilizando conjuntamente la entrevista clínica y los cuestionarios de autoinforme. Por otra parte, existe otra línea de investigación que ha intentado agrupar las diferencias entre los diferentes individuos en prototipos de personalidad. En este sentido, existe una literatura científica relativamente extensa que apoya la existencia de 3 subtipos de personalidad (subcontrolado, sobrecontrolado y resiliente o de alto funcionamiento) replicables con diferentes instrumentos, en muestras con diferentes características (sexo, edad, etc.) y tanto en grupos de pacientes con TCA como en personas sanas (Asendorpf, Borkenau, Ostendorf, y Van Aken, 2001; L. Claes, Vandereycken, y Vertommen, 2005; Laurence Claes et al., 2012; Espelage, Mazzeo, Sherman, y Thompson, 2002; Hopwood, Ansell, Fehon, y Grilo, 2010; Thompson-Brenner et al., 2008; Westen y Harnden-Fischer, 2001). Algunos estudios han relacionado los diferentes subtipos con la presencia de psicopatología, asociándose el grupo de alto funcionamiento con la ausencia de psicopatología, el grupo de sobrecontrol con trastornos internalizantes, y el grupo de subcontrol con trastornos internalizantes (Robins et al., 1996). Por otra parte un estudio prospectivo encontró que las características del subtipo subcontrolado aumentaban el riesgo de padecer un TCA (Ghaderi y Scott, 2000). Otros estudios con pacientes recuperados han estudiado como rasgos evocativos y obsesivos (que podrían relacionarse con el subtipo sobrecontrolado) predicen igualmente la posterior aparición de un TCA (Gillberg, Rastam, y Gillberg, 1995). Sin embargo, no conocemos ningún estudio que haya estudiado conjuntamente estos subtipos y haya probado su capacidad para predecir la presencia o no de un TCA, pues los estudios que conocemos sobre el tema se han centrado en muestras de pacientes con TCA, sin comparaciones con grupo control libre de síntomas.