La actividad física de ocio, el tipo de puesto (activo o sedentario) y la turnicidad laboral en relación con el índice de masa corporal

  1. de Pedro Jiménez, Domingo
Dirigida por:
  1. Cristina Verástegui Escolano Directora

Universidad de defensa: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 27 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Ignacio Rosety Presidente
  2. Manuel Romero Saldaña Secretario/a
  3. Rocío de Diego Cordero Vocal
Departamento:
  1. Anatomía y Embriología Humana

Tipo: Tesis

Teseo: 630645 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Introducción La actividad física (AF), el ejercicio y el deporte están relacionados con la salud. Las primeras evidencias del uso de la AF como medicina se remontan al año 600 a.C. y la primera evidencia científica que relacionaría el sedentarismo y la mortalidad aparecería de la mano de Morris et al. en 1953. Hoy en día, la inactividad física se considera el 4º factor de riesgo de mortalidad mundial y origina el 71% de las defunciones por enfermedades no transmisibles. Consciente de este problema la OMS emitió en 2010 el informe “Recomendaciones Mundiales sobre la AF para la salud” donde se planteaba como objetivo reducir la inactividad por debajo del 10%, siendo posteriormente ampliada a un 15% para el año 2030. Sin embargo, este objetivo es difícil de alcanzar. En 2017 el 35,25% de la población española entre 15 y 69 años era inactiva, por lo que es necesario incentivar la AF a todos los niveles y profundizar en este problema. Uno de los ámbitos donde menos calado tiene esta incentivación es el laboral. Se sabe que pequeñas interrupciones en trabajos sedentarios tienen influencia positiva en la rentabilidad, por lo que la falta de aplicación a nivel empresarial no deja de ser contradictoria con el objetivo esencial de cualquier empresa de ser rentable. Parece que la AF de ocio es más saludable que la laboral, pero los múltiples factores asociados y la dificultad para unificar algunas características de estos hacen difícil establecer conclusiones generalizables. Valorando la ausencia de unanimidad en las conclusiones, así como el incentivo de la OMS para profundizar sobre este tema en diferentes poblaciones y situaciones y desde la premisa de que los trabajadores con puestos activos sometidos a turnos que realizan AF, tienen menor IMC que aquellos con puestos sedentarios sin turnos que no hacen AF, se planteó la siguiente hipótesis: Hipótesis Los trabajadores que hacen AF de ocio cumpliendo los requisitos mínimos que establece la OMS, aunque sus puestos sean sedentarios o trabajen de día tendrán menor IMC que aquellos que, aunque tengan puestos activos y trabajen a turnos no hagan AF de ocio. Objetivo general Conocer si los trabajadores realizan AF en sus horas de ocio, si éstas cumplen los requisitos mínimos establecidos por la OMS y determinar la influencia que estas actividades, su puesto de trabajo (sedentario o activo) así como su turno (jornada diurna o a turnos) ejercen sobre su IMC. Material y métodos Estudio descriptivo transversal basado en los exámenes de salud anuales realizados en una empresa del sector químico de la comarca del Campo de Gibraltar durante 2018. Aparte de los descriptivos habituales se usaron el test Chi-cuadrado, T de Student, Anova con test post-hoc de Tukey, Mann-Whitney, Kruskal-Wallis y los métodos de correlación de Pearson y Spearman. En el análisis multivariante se usó la segmentación CHAID. Resultados principales • Ni el tipo de turno laboral, ni el puesto de trabajo sedentario o activo, tienen asociación con el IMC o el perímetro abdominal (PA) (p>.05 en ambos factores). • Tampoco el tiempo que pasan sentados al día, incluyendo el trabajo y su vida personal, está relacionado de forma significativa (p>.05) con el IMC, pero si con PA>102 cm (p<.05). • La realización de AF sí que está relacionado de forma altamente significativa (p<.001) con el IMC y el PA. • Si además de hacer AF, éstas cumplen con los criterios mínimos OMS, se mantiene la significación (p<.01). • La significación aumenta para el IMC y PA cuando se valora la relación a tres niveles: no AF, AF y AF OMS (p<.001). • El análisis multivariante sólo encontró relación entre realizar AF OMS y el PA, donde la falta de ejercicio se asocia a mayor PA y la AF OMS con menores valores de éste. • En la relación entre IMC y tipo de puesto (activo o sedentario) y realizar o no AF se encontró asociación entre trabajadores activos que no hacen AF y la obesidad (p=.021). También fue significativa la relación entre este mismo grupo con PA>102 y tener un puesto sedentario, pero hacer AF con un PA<102 (p=.037). • En cuanto a biomarcadores, se halló una relación altamente significativa (p<.001) entre IMC y ácido úrico y PA y triglicéridos y ácido úrico. • Otras asociaciones significativas se encontraron entre no realizar AF y ácido úrico (p=.046), fumar y estar a turnos (p=.021) o fumar y tener mayores niveles de triglicéridos (p=.021), mayor peso (p=.034) o menores niveles de HDL (p=.038). Conclusiones 1. Los trabajadores que no hacen AF de ocio, aunque tengan puestos de trabajo activos tienden a la obesidad; aquellos con puestos sedentarios que sí las hacen tienden al sobrepeso y peso normal. 2. No pudo demostrarse relación entre el tipo de turno y el IMC o PA, aunque los fumadores, asociados positivamente con el trabajo a turnos, pero no con el IMC o PA, pesan más y tienen más valores anormales de triglicéridos y HDL. 3. No pudo demostrarse relación entre el tipo de puesto y el IMC o PA, TA o biomarcadores, aunque aquellos que están más tiempo sentados pesan más. 4. Realizar AF está relacionado con menor IMC (se asocia sobrepeso con realizar AF y obesidad con no realizarlas) y si se alcanzan los requisitos mínimos hay más casos con peso normal versus obesos que no alcanzan estos requisitos. 5. No hay relación entre el gasto energético ni el nivel de actividad en la última semana con el IMC debido a la alta variabilidad interna de los grupos normo y sobrepeso. Sin embargo, sí se confirma que a mayor AF y mayor gasto energético el PA es menor. También se confirma que a mayor IMC mayor PA. 6. Un PA>102 cm se asocia principalmente a obesos, estar más tiempo sentados y a alteraciones de triglicéridos y ácido úrico con mayor fuerza, pero también a alteraciones de la glucemia y el HDL. El IMC se asocia a alteraciones de ácido úrico y triglicéridos. 7. No hay relación entre tiempo de sueño e IMC ni PA. 8. No hacer ejercicio se relaciona con valores anormales de ácido úrico.