Patología tiroidea

  1. López Tinoco, Cristina
  2. Roldán Caballero, P.
  3. Mateo Gavira, Isabel
  4. Aguilar Diosdado, Manuel
Revista:
Medicine: Programa de Formación Médica Continuada Acreditado

ISSN: 0304-5412

Año de publicación: 2012

Título del ejemplar: Enfermedades endocrinológicas y metabólicas: patología del tiroides

Serie: 11

Número: 14

Páginas: 805-812

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/S0304-5412(12)70388-8 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

La historia clínica del paciente con patología tiroidea debe orientarse a síntomas de disfunción tiroidea y/o de malignidad; la exploración incluye, fundamentalmente, la inspección y la palpación tiroidea. La función tiroidea se determinará con el análisis de tirotropina sérica (TSH), tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) libres que eviten interferencias de situaciones que modifican su unión a proteínas. Aunque como prueba inicial se recomienda medir la TSH y, en función de los resultados, T41 y T31, la determinación de éstas debería realizarse si se sospecha una enfermedad hipofisaria, hiper o hipotiroidismo. La presencia de autoanticuerpos refleja la existencia de enfermedad autoinmune. La tiroglobulina sérica es el mejor marcador del carcinoma diferenciado de tiroides y la calcitonina del medular. La ecografía tiroidea es una técnica muy útil para la valoración morfológica de la glándula, y la gammagrafía permite una valoración morfo-funcional. La punción-aspiración con aguja fina es imprescindible para el diagnóstico y la orientación terapéutica del nódulo tiroideo.