Estudio de la relación entre las características inmunológicas de los compartimentos T, B y NK de pacientes con LLC-B y la heterogeneidad clínica de la patología

  1. ALFARO ESTEBAN, NOEMI
Dirigida por:
  1. Melchor Álvarez de Mon Soto Director/a
  2. Alfredo Prieto Martín Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 08 de diciembre de 2004

Tribunal:
  1. Manuel Rodríguez Zapata Presidente/a
  2. Antonio de la Hera Martínez Secretario/a
  3. Juan Antonio Vargas Núñez Vocal
  4. R. Laguna Martínez Vocal
  5. José Antonio Girón González Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 149863 DIALNET

Resumen

De nuestro estudio en el comportamiento linfocitario B, T y NK de los pacients con LLC-B se obtienen las siguientes conclusiones: 1. La linfoproliferación de células B neoplásticas se asocia a una alteración de la homeostasis del compartimiento linfocitario T caracterizada por su activación (incremento de la expresión de CD69, CD25 y HLA-DR) y expansión. Se objetiva aumento en las cifras absolutas de linfocitos T, de la población CD4 y de la subpoblación CD4+CD45RA+. Simultáneamente, se evidencia retracción porcentual de varias poblaciones T con función citotóxica (CD3+CD8+, CD3+CD11b+, CD3+CD56+CD3+CD57+). 2. Las características morfológicas y las características clínicas, definidas por el estadiaje de Binet y la quiescencia de la enfermedad, se asocian a diferentes patrones inmunológicos. Estos hallazgos se concretan en las distintas alteraciones observadas en las células B, T y NK de los pacientes en relación a la morfología de las células leucémicas (mayor porcentaje de linfocitos CD3+CD56+, CD3-CD56+ y CD3-CD8+ en la típica). En los pacients en estadío A con morfología típica la expresión de CD38 por las células B leucémicas es superior a la observada en las de morfología típica. En la quiescente de morfología atípica la expresión CD21 y CD22 en las células B tumorales está aumentada con respecto a las típicas. 3. En las formas quiescentes existe un aumento significativo del porcentaje del linfocitos CD4 memoria (CD45RO+) mientras que en las no quiescentes se observa un aumento del porcentaje de linfocitos CD4 noveles (CD45RA+) y de células T activadas CD3+HLA-DR+. En los estadios avanzados de la enfermedad se observan aumentos significativos de la expresión de CD38 por las células leucémicas, de CD69 en linfocitos T y de los niveles séricos de beta2 microglobulina; así como disminuciones en las cifras de las poblaciones T CD4+, CD8+, CD3+CD56+ y de células NK CD3-CD56+. 4. En los pacientes con morfología típica con mayor masa tumoral se observa un incremento de la tasa de crecimiento de las células leucémicas y un aumento porcentual de poblaciones novatas Cd4 y CD8, así como de cifras de células T que expresan el marcador de activación CD69. 5. Entre los pacientes con morfología típica en estadio A, los más estables tienen menor porcentaje de expresión de CD38 en las células leucémicas y mayor de CD69 en los linfocitos T, con respecto a los pacients con progresión más rápida. En las formas típicas quiescentes que no progresan en dos años., se detecta un mayor porcentaje de células leucémicas que no expresan los correceptores CD80 y CD86, con respecto a los que progresan, en los pacientes con curso progresivo, sin embargo, se evidencia un menor porcentaje de células B leucémicas Cd21+Cd22+ y células NK, y un aumento de citotóxicas CD8+CD28-. Dentro del grupo de pacients con células de morfología atípica, aquellos que no progresaron en dos años, tienen menor porcentaje de expresión de CD20 en sus células leucémicas y más células T CD16+ y citotóxicas CD8+ Cd28-. 6. En los pacientes con morfología típica en estadio A, aquellos con bajos niveles de beta2 microglobulina muestran menor expresión del antígeno de activación CD69+ por los linfocitos T CD3+ así como un mayor porcentaje de células memoria Cd8+Cd45RO+ y CD4+CD45RA-. Y aquellos enfermos mayores de 60 años presentan una forma distinta de la enfermedad, con menor expresión de CD22 en las células leucémicas y menores porcentajes de células citotóxicas CD8+CD28+. Asimismo se caracterizan por mostrar mayores niveles séricos de IgG e IgA. 7. Los pacients con morfología típica en estadio A de larga evolución (más de 4 años) muestran aumentos en porcentajes y cifras de células Cd4+ novatas y de células leucémicas CD19+ activadas; por el contrario muestran niveles de IgA y de poblaciones NK y TK (porcentajes y cifras absolutas) menores a los encontrados en pacientes de menor tiempo de evolución. 8. Los pacients que se mantienen estables con enfermedad quiescente con más de 4 años de evolución, tiene porcentajes de células CD21+CD22+, NK y TK menores que los de menor tiempo de evolución, y aumentados de células CD8+CD28-. Los pacientes quiescentes con porcentajes de células CD21+CD22 bajos, tiene un tiempo de cambio de estadio desde el diagnóstico significativamente mayor que el de los pacients con porcentajes CD21+CD22+altos. 9. Las disminuciones de los niveles séricos de inmunoglobulinas de isotipos IgM, IgA e IgG son globales y además se asocian a mayores cifras de células leucémicas en los distintos tipos de enfermos estudiados, tanto con células de morfología atípica como típica (quiescentes y en estadio A). Existe asociación entre la disminución de los isotipos IgA e IgG y el aumento de la tasa de crecimiento de la cifra de linfocitos. Los pacients con bajo porcentajes de expresión de CD22 en sus células leucémicas presentaron niveles de inmonoglobulinas más cercanos a la normalidad. Se observan alteraciones de células T y NK asociadas a la disminución de niveles séricos de inmunoglobulinas, aunque ésas difieren en función del isotipo de la morfología de las células leucémicas, entre las que destacan aumentos en porcentajes de linfocitos T HLA-D+ en pacientes con niveles disminuidos de IgA e IgG. 10. Existe una estrecha asociación entre la expresión de los antígenos CD38, Cd21 y CD22 por las células leucémicas. Asimismo, niveles altos de CD22 se asocian además a un descenso de los porcentajes de linfocitos T citotóxicos CD8+CD28-. Los pacientes con porcentajes elevados de los antígenos Cd21, CD22 y CD38 presentan mayor tasa de crecimiento de las células leucémicas. Sin embargo, la tasa de crecimiento de los linfocitos B leucémicos se relaciona más con la cifra de células leucémicas que expresan el antígeno CD22 que con las cifras de células que expresan el antígeno CD38.