¿Poseen los estudiantes de secundaria modelos mentales acerca de la composición de las bebidas gaseosas?

  1. Joaquín Cañero Arias 1
  2. José María Oliva-Martínez 2
  3. Ángel Blanco-López 1
  1. 1 Universidad de Málaga
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    Málaga, España

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  2. 2 Universidad de Cádiz
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    Cádiz, España

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Revista:
Boletín ENCIC: Revista del Grupo de Investigación HUM-974

ISSN: 2530-9579

Año de publicación: 2017

Título del ejemplar: II Seminario ENCIC sobre Enseñanza de las Ciencias y Competencias

Volumen: 1

Número: 1

Páginas: 9-10

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Boletín ENCIC: Revista del Grupo de Investigación HUM-974

Resumen

Las disoluciones son un núcleo conceptual clave para la comprensión de la química y su abordaje desde la vida diaria del alumnado, contribuye a mejorar su interés hacia la ciencia y su aprendizaje. Pero formar alumnos competentes en el manejo y comprensión de situaciones de la vida diaria requiere además que estos desarrollen modelos sobre los contenidos en contexto abordados, y que desarrollen destrezas y valores epistémicos que les permitan usar los modelos desarrollados, por lo tanto, es necesario que desarrollen un pensamiento modelizador. Se presenta un estudio, sobre el diseño y evaluación de una propuesta didáctica basada en la contextualización y modelización de disoluciones desde el contexto de las bebidas gaseosas, con el objetivo de mostrar un análisis de los datos obtenidos de los modelos mentales del alumnado sobre la elaboración de una bebida gaseosa. Se elaboró una tarea donde debían dibujar el agua, y la adición consecutiva de azúcar y gas, hasta representar la bebida gaseosa embotellada (botella cerrada) en un dibujo final, y además debían justificar el porqué de cada una de sus representaciones. La tarea fue cumplimentada por 119 alumnos de secundaria obligatoria. Una vez que se dispusieron de los datos, para el análisis de los mismos, se realizó una categorización de los dibujos 3 (agua + azúcar + gas) y 4 (botella) en base a las siguientes variables: forma de representación (macro, submicro y simbólica), naturaleza de la mezcla representada (homogénea o heterogénea) y perfiles para la idea de movimiento (con, sin) asociados a los diferentes componentes de la mezcla. Examinados los datos, se concluye que los estudiantes no poseen modelos globales que expliquen o predigan el proceso de disolución y elaboración de una bebida gaseosa. Este hecho solo refuerza la realidad de que la modelización no está presente de forma habitual en las aulas de ciencias lo cual, avala el diseño de una unidad didáctica que incorpore prácticas de modelización donde el alumnado construirá sus propios modelos sobre el proceso de disolución, y sobre lo que está pasando dentro de una botella de bebida gaseosa y se le invitará a cuestionar los modelos existentes y a confrontarlos con los que la ciencia tiene, lo que incluye el proceso de evaluación de la validez de los modelos propios. Las implicaciones didácticas confluyen en la asunción de que modelizar es un pilar de la enseñanza de la ciencia, puesto que, recoge en sí el concepto competencial de “aprender a aprender” y por otro lado, vertebra la competencia científico-tecnológica, esto es posible puesto que los propios alumnos poseen concepciones iniciales que podrán facilitar el andamiaje y el anclaje de los modelos generados.