Evaluación y tratamiento del dolor, discapacidad y estabilidad postural de pacientes con dolor de cuello crónico inespecífico en función del tratamiento de elección.

  1. Bernal Utrera, Carlos
Dirigida por:
  1. Cleofás Rodríguez-Blanco Director/a
  2. Juan José González Gerez Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 21 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Francisco Javier Ordóñez Muñoz Presidente
  2. Daniel Torres Lagares Secretario/a
  3. Manuel Saavedra Hernandez Vocal
  4. Gemma Victoria Espí López Vocal
  5. Ignacio Rosety Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 624673 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

El dolor de cuello inespecífico se define como aquel dolor que no muestra signos ni síntomas patognomónicos, cuando la duración de los síntomas es mayor a 12 semanas de evolución, adquiere el valor de cronicidad, denominándose dolor de cuello crónico inespecífico. Es un trastorno común, que genera un gran impacto y coste socioeconómico. Los mecanismos subyacentes de las recaídas del DCCI no están claros, pero podrían estar asociados con un déficit y una alteración de la propiocepción de los músculos del cuello que juegan un papel decisivo en la posición de la columna cervical, el control motor de la cabeza, músculos de los ojos y la estabilidad postural. Los pacientes con DCCI generalmente tienen alteraciones en la propiocepción cervical y la estabilidad postural, pudiendo desarrollar síntomas como mareos o vértigo. Un estudio publicado recientemente muestra que los pacientes con DCCI sufren una mayor sensación de aturdimiento y falta de propiocepción que los pacientes con vértigo paroxístico benigno. Numerosos estudios corroboran la eficacia de la terapia manual y el ejercicio terapéutico para la reducción del dolor, la discapacidad cervical y los síntomas asociados, como los mareos. Sin embargo, hay menos evidencia de cómo estos tratamientos, comunes en la práctica clínica, influyen en la estabilidad postural. La estabilidad postural está muy influenciada por la columna cervical alta y los músculos suboccipitales, que contienen hasta 200 husos neuromusculares por gramo de músculo. Este segmento cervical superior está conectado con el sistema nervioso central, el aparato visual y vestibular y el sistema nervioso simpático. Además de las aferencias cervicales a través del RCO, el RCC y el RCT. RCC activa la musculatura cervical en respuesta al estiramiento, manteniendo una buena posición de la cabeza; RCO a través del reflejo vestibular y el reflejo optocinético; finalmente RCT agregado al reflejo vestibuloespinal logra el mantenimiento de la estabilidad postural. La alteración de este complejo propioceptivo no está completamente definida. Varias teorías han tratado de explicar cómo se puede alterar este sistema. Algunos estudios indican que existe una alteración propioceptiva debido a la exposición mantenida al dolor que afecta a la estabilidad postural a través del SNC, estos cambios pueden deberse a cambios en la representación cortical y la modulación de la contribución aferente cervical. Además, algunos autores comienzan a señalar otras causas psicoconductuales que podrían tener una gran influencia en la estabilidad postural, como la ansiedad, la depresión o el miedo al movimiento. Sin embargo, otros relacionan la pérdida de estabilidad postural con la disfunción de la columna cervical superior y su musculatura, los cambios en los mecanorreceptores cervicales y el estado de debilidad de la musculatura, pero no necesariamente asociados con eventos traumáticos, ya que este tipo de las alteraciones se han identificado entre sujetos con DCCI sin exposición al trauma. Se diseña un ensayo controlado y aleatorizado (ECA), con objeto de analizar los resultados en términos de dolor, discapacidad y estabilidad postural de dos tipos de tratamientos para el dolor de cuello crónico inespecífico. Como resultado de nuestro estudio podemos concluir las siguientes cuestiones, no existen diferencias entre grupos a corto y mediano plazo. La terapia manual logra una reducción más rápida en la percepción del dolor que el ejercicio terapéutico. El ejercicio terapéutico reduce la discapacidad más rápido que la terapia manual. La mejora clínica podría estar potencialmente influenciada por procesos centrales. La terapia manual y el ejercicio terapéutico producen mejoras significativas en dolor percibido y el índice de estabilidad general con respecto al grupo de control. No existe una correlación directa entre la presencia de dolor mantenido en el sistema nervioso central y la perdida de estabilidad postural.