Correlación positiva entre la práctica de ejercicio físico y la mejora de la imagen corporal y la calidad de vida

Resumen

Un estilo de vida cada vez más sedentario de la población en los países desarrollados, asociado a otros factores como el aumento de estrés, la mala alimentación o la contaminación del entorno, hacen que aumente la incidencia de enfermedades crónicas, patologías inmunodepresivas o alteraciones del peso corporal, así como la mortalidad y la morbilidad, influyendo también en las esferas psicológica y social. El objetivo de esta revisión es comprobar en qué medida el ejercicio físico condiciona o mejora la imagen corporal y la calidad de vida de las personas. Para ello, se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos: Pubmed, Scielo y ScienceDirect. Se analizaron un total de 12 artículos originales que abordaban la relación entre ejercicio físico y calidad de vida, en niños adolescentes o adultos sin patología concreta que limitase la realización de ejercicio, escritos en castellano e inglés durante los años 2012 y 2018. De los estudios incluidos, todos reflejan efectos positivos con la práctica de ejercicio moderado (30 minutos de duración mínimo entre 3 y 5 veces a la semana) o ejercicio intenso (durante 20 minutos 3 días a la semana) de forma regular. De hecho, se relaciona de forma directa el aumento de la calidad de vida con la práctica deportiva. El tipo de ejercicio más recomendado es el aeróbico, aunque también se recomienda el ejercicio de fuerza y/o de resistencia. También se ha observado que la práctica de ejercicio regular ayuda a disminuir el estrés, a mejorar las relaciones interpersonales y las capacidades sociales, influyendo directamente en el estado de ánimo, la autoestima personal y el autoconcepto. Por ello es fundamental, que en la práctica clínica del profesional sanitario se promuevan hábitos de vida saludables.