Evolución histórica de la máquina de anestesia. Introducción de la ventilación artificial

Resumen

Las primeras máquinas de anestesia aparecieron tras la demostración pública de Morton de 1846. Estos primeros dispositivos eran inhaladores simples basados en la evaporación del agente anestésico, principio básico de la vaporización, y su principal problema era la pérdida de potencia con el enfriamiento. Posteriormente se desarrollaron los inhaladores complejos, que admitían la administración de más de un agente y pretendían regular la concentración inspiratoria de los anestésicos inhalatorios, lo que supuso un salto cualitativo en la calidad de la anestesia. A principios del siglo XX, gracias al desarrollo de la tecnología del óxido nitroso durante el último cuarto del siglo XIX, surgieron las máquinas de gas, que permitían la aplicación de un flujo de anestésico independiente del esfuerzo inspiratorio del paciente. Estas máquinas fueron integrando avances tecnológicos desarrollados en otros campos durante la primera mitad del siglo XX, como los flujómetros, sistemas de absorción de dióxido de carbono, o los vaporizadores de ajuste finos. La ventilación artificial intraoperatoria se introdujo en el ámbito de la cirugía torácica a finales del siglo XIX, para tratar de solventar el problema del neumotórax asociado a la apertura de la pleura, a través de la aplicación de presión positiva. El ventilador, desarrollado paralelamente a la máquina de anestesia, se integró en esta a partir de los años treinta, y se convirtió en componente básico de la máquina de anestesia en los años cincuenta. Durante los años ochenta se incorporaron los sistemas de alarma y monitorización, dando paso a las modernas estaciones de trabajo actuales.