El ejercicio físico en la hepatitis crónica CRevisión en la literatura

  1. Marta Rivas Rivas
  2. Claudio Rodríguez Ramos
  3. M.A. López
  4. Manuel Romero Gómez
Revista:
Revista andaluza de patología digestiva

ISSN: 1988-317X

Año de publicación: 2016

Volumen: 39

Número: 1

Páginas: 22-26

Tipo: Artículo

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Resumen

Aunque el cuerpo humano está diseñado para moverse y realizar actividad física intensa, el ejercicio no forma parte del estilo de vida de la población media. El musculo esquelético desempeña un papel destacado durante el ejercicio como el órgano más directamente afectado. Sin embargo, el ejercicio es un gran reto también para otros órganos, como el estómago, el cerebro y en particular para el hígado debido a su papel central en el mantenimiento de la glucosa, homeostasis de los lípidos y su función como proveedor de energía para el músculo de trabajo. Las investigaciones recientes sobre la efectividad del entrenamiento muestran alteraciones del contenido hepático de lípidos y sugieren una adaptación significativa del metabolismo del hidago a la actividad física regular. Es necesario conocer estas adaptaciones y modificaciones del ejercicio sobre los diferentes sistemas orgánicos, que serán beneficiosas en la mayoría de los casos, siempre y cuando se realicen dentro de un régimen pautado de actividad física y adecuada a las necesidades del individuo al que se dirigen. En los últimos años y desde diversos estudios clínicos y meta-análisis se han establecido recomendaciones para promocionar la práctica de actividad física regular por los múltiples beneficios que ello supone para la salud. Los pacientes con hepatitis crónica estudiados hasta el momento parecen tolerar la actividad física sin deterioro de la función hepática, y el entrenamiento regular en estos pacientes aumenta del consumo de oxígeno y mejora de la capacidad de trabajo.