Juan Ramón Jimenez y Sevilla

  1. FERNÁNDEZ BERROCAL MARIA DEL ROCIO
Dirigida por:
  1. Rogelio Reyes Cano Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 18 de enero de 2006

Tribunal:
  1. Francisco Javier Díez de Revenga Torres Presidente/a
  2. José María Barrera López Secretario/a
  3. Manuel Ángel Vázquez Medel Vocal
  4. Manuel José Ramos Ortega Vocal
  5. Diego Martínez Torrón Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 132032 DIALNET

Resumen

Esta Tesis presenta las relaciones biográficas y literarias entre el escritor Juan Ramón Jiménez y Sevilla, procedido de un estudio introductorio sobre la presencia de la ciudad como tema la literatura, las ciudades delas que habla el poeta en su obra y el tratamiento de la ciudad de Sevilla en la obra de otros escritores. Juan Ramón Jiménez vino a Sevilla con quince años para estudiar Derecho y Pintura, pero al ingresar en el Ateneo de la ciudad, empieza a leer a Bécquer y a otros autores clásicos y decide ser escritor. Empieza a publicar sus primeros textos y recibe los primeros elogios como poeta. Aquí se forja su ideario personal y literario que se apreciará en toda su obra posterior a partir de las influencias de lo popular (a través de Rodríguez Marín), del krausismo (por su profesor Federico de Castro), y el estímulo de las inquietudes sociales (con la lectura de Ibsen y su amigo Timoteo Orbe). Desde entonces mantiene con Sevilla una especial sintonía reflejada en las referencias constantes a la ciudad en su obra que se recogen a modo de antología en la Tesis, incluyendo las versiones que se encuentran el Archivo Nacional y en la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Puerto Rico. Su devoción por la capital sevillana culminó en su libro Sevilla, proyecto inédito que vio la luz en 2002 que presenta un conjunto de prosas poéticas impresionistas y agudas, donde el escritor muestra su admiración por la capital hispalense, al igual que en las "pájinas sevillanas", como él las llamó de Diario de un poeta recién casado, donde ensalza a la Giralda a la que compara con Zenobia y llama a Sevilla "divina ciudad". En los manuscritos de la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez se constata la filiación del poeta a la ciudad a la que sigue recordando con intensidad en su exilio hasta el final de sus días, cuando deseaba regresar con Zenobia a Sevilla.