Corrupción pública y mercado en la sociedad del riesgo. El sistema integral anticorrupción norteamericano y su virtualidad global

Resumen

La lucha contra la corrupción debe constituir una política pública prioritaria debido a los problemas y amenazas que plantea para la estabilidad y seguridad de las sociedades al socavar las instituciones y los valores de la democracia, la ética y la justicia, y al comprometer el desarrollo sostenible y el imperio de la ley. La corrupción no puede considerarse ni tratarse como cualquier otra actividad ilegal, y toda estrategia dirigida a reducirla debe también ubicarse en el marco de la complejidad de las modernas sociedades postindustriales. En este sentido la investigación trata de ir más allá de la tradicional perspectiva de análisis ofrecida por el derecho penal, y al mismo tiempo intenta aproximarse a la nueva dimensión del derecho administrativo: el derecho regulativo. Para llegar a plantear la cuestión de la corrupción como problema de regulación se presentan antes una serie de datos en términos de costes de la corrupción para las instituciones, el mercado, las empresas y el desarrollo social y humano. Las evidencias ponen de manifiesto que existe una clara relación entre calidad de la regulación y la corrupción. A este planteamiento teórico se asocia el estudio del sistema anticorrupción más sofisticado, es decir, el conjunto de normas, instituciones y regulaciones del ordenamiento norteamericano. En este modelo, la corrupción pública viene tratada desde un macro-enfoque que a partir de los casos más burdos de corrupción, pasando por las técnicas de autorregulación aplicadas a las empresas y por la complejidad de la regulación sobre conflictos de intereses, llega a contemplar las más actuales conexiones entre el fenómeno corrupto y el terrorismo y la cibercriminalidad. Estas circunstancias no hacen más que aumentar la demanda de seguridad que caracteriza la actual sociedad del riesgo.