UNA EDUCACIÓN EN SALUD DEBE INCLUIR LA REDUCCIÓN DEL TIEMPO SEDENTARIO ASOCIADO A LA FRAGILIDAD: PROYECTO FRAGSALUD

  1. Cristina Casals Vazquez 3
  2. Juan Corral Pérez 4
  3. Jesús Gustavo Ponce González 2
  4. María Ángeles Vázquez Sánchez 1
  1. 1 Universidad de Málaga
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    Universidad de Málaga

    Málaga, España

    ROR https://ror.org/036b2ww28

  2. 2 ExPhy Reearch Group Department of Physical Education. University of Cadiz
  3. 3 ExPhy Research Group, Universidad de Cádiz
  4. 4 Universidad de Cádiz
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    Universidad de Cádiz

    Cádiz, España

    ROR https://ror.org/04mxxkb11

Actas:
III CONGRESO INTERNACIONAL NODOS DEL CONOCIMIENTO

Editorial: Ediciones Egregius

ISBN: 978-84-18167-97-3

Año de publicación: 2023

Páginas: 1088-1089

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Introducción: El envejecimiento de la población supone la necesidad de implementar estrategias educativas de promoción de la salud, quepueden ser efectivas a cualquier edad. En este sentido, la prevención y tratamiento de la fragilidad es de gran interés ya que en esta población hay una mayor vulnerabilidad ante eventos adversos que comprometen la salud y calidad de vida. Uno de los componentes principales a la hora de valorar el estado de fragilidad es la capacidad funcional que puede ver mermada por un estilo de vida sedentario. Es por ello que el presente estudio pretende analizar el tiempo de inactividad en mayores frágiles y prefrágiles para así determinar si es un factor de riesgo para el desarrollo de fragilidad e incluirlo en el programa educativo del proyecto FRAGSALUD.Método: Un total de 164 personas mayores fueron evaluadas. Todas ellas debían tener más de 65 años y debían cumplir al menos un criterio de fragilidad de Fried. Así pues, se evaluó en todos los participantes los criterios de Fried, permitiendo su clasificación en pre-frágiles (n =108) si cumplen uno o dos criterios, o frágiles (n= 56) si cumplen tres o más criterios. Además, los participantes llevaron durante 7 días consecutivos un acelerómetro en la muñeca del brazo no dominante, modelo GENEActiv que permite ser utilizado incluso en actividades con agua (como ducharse, nadar, etc.). Gracias a este análisis de acelerometría, se analizó el tiempo de inactividad. Tras realizar un análisis de normalidad con el test de Kolmogorov-Smirnov y de homogeneidad de varianzas con Levene, se aplicó una prueba de comparación de medias de T de Student comparando el tiempo diario inactivo entre el grupo de mayores frágiles y el grupo de mayores pre-frágiles, considerándose significativo si p< 0,05.Resultados: Los participantes frágiles tuvieron un mayor tiempo de inactividad diario que los participantes pre-frágiles con una diferenciasignificativa entre grupos (p = 0,009) con un intervalo de confianza al 95 % de -92,05 a -13,52. Los mayores con riesgo de fragilidad presentaron un total de 695±115 minutos diarios de inactividad, mientras que los mayores con fragilidad mostraron un total de 748±148 minutos diarios de inactividad.Discusión: De acuerdo a los resultados del presente estudio, los programas educativos para mayores frágiles o con riesgo de fragilidad, como el proyecto FRAGSALUD, deben incluir recomendaciones para reducir el tiempo de inactividad. Mayor sedentarismo o inactividadsupone una reducción de la capacidad funcional y también puede mermar el bienestar mental y psíquico. El aumento de la actividad física y la inclusión de breaks o rupturas del sedentarismo pueden ser buenas estrategias para evitar el deterioro asociado a la fragilidad y sudesarrollo.Conclusiones: Los mayores frágiles tienen mayor tiempo de inactividad que los mayores pre-frágiles por lo que se deben implementar programas educativos para evitar un estilo de vida sedentario que comprometa un envejecimiento saludable.