Argumentación y toma de decisiones como habilidades del pensamiento críticouna investigación con estudiantes de ingenierías industriales y del máster en profesorado de especialidades científico-tecnológicas

Resumen

Esta Tesis Doctoral tiene como objetivo la mejora de la argumentación y la toma de decisiones, como habilidades destacadas del pensamiento crítico, en estudiantes universitarios en la enseñanza de las ciencias y las ingenierías. En concreto, en estudiantes de ingenierías industriales y del Máster en Profesorado de especialidades científico-tecnológicas de la Universidad de Málaga. En primer lugar, se estudia la potencialidad de distintas estrategias didácticas, de reconocida eficacia en la enseñanza de las ciencias, para promover habilidades de pensamiento crítico. Entre ellas se analiza el papel de las prácticas científicas de argumentación e indagación, la gamificación, la realidad aumentada, o los recursos audiovisuales para fomentar el pensamiento crítico en el marco de problemas socio-científicos y de la vida diaria, de acuerdo con las dimensiones propuestas por Blanco et al. (2017). A continuación, la Tesis aborda el diseño, implementación y evaluación de una secuencia de enseñanza-aprendizaje para desarrollar argumentación y toma de decisiones en estudiantes del ámbito científicotecnológico. Dicha secuencia ofrece oportunidades para comprender y profundizar de forma progresiva en la construcción y crítica de argumentos, lo que conducirá a decisiones reflexionadas ante los problemas abordados. Los resultados señalan que la actividad Microdebate, que implica debates de corta duración sobre problemas socio-científicos y de la vida diaria, es especialmente efectiva para el desarrollo de las habilidades propuestas, porque no solo permite a los participantes en el debate mejorar sus habilidades argumentativas, sino que también involucra a los oyentes en el proceso de toma de decisiones basada en la argumentación. A través de distintos estudios de caso con estudiantes de ingenierías y del Máster en Profesorado, se presentan los resultados relacionados con la calidad argumentativa, las decisiones adoptadas antes y después del debate, y los posibles cambios tras asistir como oyentes a debates en torno a los problemas de la energía nuclear, la prohibición de plásticos de un solo uso, la compra de una bicicleta o los alimentos transgénicos. Como conclusiones de la investigación se obtiene que tanto participantes como oyentes en un debate mejoran sus argumentos, en la mayoría de los casos, aumentando el número, la tipología y la calidad de pruebas, así como elaborando justificaciones más sólidas para respaldar sus conclusiones. Todo ello supone analizar de una forma crítica todo el volumen de información que recibimos constantemente. Del mismo modo, esta mejora en la argumentación les permite comprender el problema de una manera más integral al abordar todas sus dimensiones (fisicoquímicas, tecnológicas, ambientales, económicas, sociales, políticas, legislativas, éticas, etc.), lo que conlleva a tomar decisiones más fundamentadas tanto a nivel personal, local o global, construyendo desde la educación una sociedad formada por ciudadanos y ciudadanas más reflexivos y competentes. Los resultados también revelan una correlación entre los argumentos utilizados para abordar cada problema y la formación científico-técnica del estudiantado. Se observó que, dependiendo de la afinidad del estudiante con el problema en cuestión, variaba el tipo de pruebas empleadas. Asimismo, se identificó que, a medida que disminuía esta afinidad, existía la posibilidad de perder la perspectiva global del problema, recurriendo con mayor frecuencia a experiencias personales u opiniones.